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Marta Macho-Stadler
Un des mathématiciens les plus éminents de notre siècle a dit avec beaucoup de justesse qu’il était impossible d’être mathématicien si l’on n’avait pas aussi l’âme d’un poète. Quant à moi, je n’ai jamais été capable de choisir entre ma passion pour les mathématiques et celle pour la littérature1.
Sofia Kovalévskaya (1850-1891)
Sofia Kovalévskaya se refiere en la cita anterior a una frase de su maestro Karl Weierstrass (1815-1897). Pero ¿quién era Sofia? Una gran mujer, sobresaliente matemática, escritora, nihilista y defensora de los derechos de la mujer.
No lo tuvo fácil... como otras muchas mujeres que querían hacer ciencia en un mundo masculino, vetado a “féminas poco capaces”. La física Henrietta S. Leavitt (1868-1921), la geóloga Dame Maria Ogilvie (1864-1939), la bióloga Barbara McClintock (1902-1992) o la química Marie Curie (1867-1934) son otros ejemplos de estas científicas pioneras.
Pero hay muchas más: las que trabajaron a la sombra de sus padres, hermanos o maridos, aquellas que tuvieron que soportar la usurpación de logros e ideas, las que no pudieron acceder a estudios o puestos para los que estaban sobradamente capacitadas... muchas de estas mujeres nunca serán conocidas, ni reconocidas.
Zientzia, emakumezkoen kontua / La ciencia, cosa de mujeres es un conjunto de diez marcadores bilingües (euskera-castellano) dedicados a mujeres relevantes en el campo de la Ciencia y realizados a iniciativa de la Comisión de Igualdad de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU. A cada especialidad (Biología, Física, Geología, Matemáticas y Química) le corresponden dos marcadores: uno de ellos protagonizado por una mujer pionera en su área –son las cinco mujeres citadas arriba– y otro dedicado a una científica contemporánea.
Para caminar hacia la igualdad, es necesario recordar a las primeras científicas y reconocer a las actuales. Esta iniciativa –pueden verse y descargarse estos marcadores en este enlace– quiere ser un pequeño homenaje a todas las que han hecho posible que la ciencia sea también cosa de mujeres; un reconocimiento a las pioneras, a las luchadoras, a las invisibles, a las curiosas, a las perseverantes, a las emprendedoras, modelos a seguir en ciencia, tanto por hombres como por mujeres.
Lo dijo Marie Curie: Dans la vie, rien n’est à craindre, tout est à comprendre2.
marta.macho@ehu.es
Notas:
1 “Uno de los matemáticos más eminentes de nuestro siglo ha dicho con gran acierto que es imposible ser matemático si no se tiene alma de un poeta. En lo que a mi se refiere, nunca he sido capaz de elegir entre mi pasión por las matemáticas y mi pasión por la literatura”.
2 “En la vida, nada se debe temer, todo se debe entender”.
