Textos: Ernesto Estrella Cózar
Fotografías: Nyssos Vasilopoulos
Achronos es una exposición-libro en que fotografía poema y trabajo de voz se aunan. Está enmarcado dentro del laboratorio Voz Mudante
Montaje: Angel López de Luzuriaga
Ernesto Estrella Cózar
Poeta y profesor de la Universidad de Yale desde el 2007, reside en Nueva York desde el 2000. Especialista en poesía hispánica contemporánea, ha estudiado en su libro Cansinos Assens y su contexto crítico el papel de la crítica como forma de arte en el Modernismo español. Es autor de varios artículos de su especialidad, que tratan temas como la novela española del siglo diecinueve o la poesía española y el fascismo. Como poeta ha sido incluido en antologías como Inmenso Estrecho II (2007) y Cuadernos del abismo. (2008). Están en curso de publicación su poemario Boca de Prosas y su libro multimedia Achronos, así como un volumen teórico: "Espacio", poema en prosa de Juan Ramon Jiménez. Centro de una metamorfosis poética. En la actualidad desarrolla en Berlín un laboratorio de lectura poética centrado en las posibilidades sonoras y performativas del texto poético.
Voz Mudante
Nacido como laboratorio para la exploración de las posibilidades sonoras y performativas del poema, Voz mudante plantea una ampliación de los hábitos de lectura poética que pretende asimismo cuestionar el espacio familiar y colectivo en que estas lecturas ocurren. La noción del poema como material sonoro abre nuevos territorios para la experimentación vocal e indaga el potencial que el texto poético posee en su vertiente performativa. Esto conlleva además un replanteamiento del papel y de la función estética y social que la poesía tiene en el contexto de las demás artes. El primer resultado de esta indagación es la exposición interactiva Achronos (foto, poema, voz) que ha tenido lugar en Nueva York durante el mes de julio del 2009.
Textos de los Poemas
Hacia su grieta, el robo. Cavando húmedo, interior. Inventa el aire para anularlo en su tierra. Ha libado. Y la mano se hunde. Hay sombra que adhiere su filo sordo al hambre. En su látigo, cáncer pisado. El tiempo contra su toro. Para una vendimia severa. Dentro de su pulso, tú, en la lluvia quemándose de la ciudad. Fuga: tu inclinación, barro suficiente. Para el latido que absorbe esta obediencia.
El tentáculo que hunde masaje en el mar de la decisión procrea panes o peces. O hijos. Abierto de par en par, el tabernáculo de la indiferencia rica. La ligereza amamanta todos los pasos. Aquí vale lo mismo ser de perfil o de frente o caído o subido a la parra: estamos en la sopa de pausa lamiéndonos la vida. Qué bien se respira esta humedad de ser hombre entre los niños, mujer entre los niños, niño entre los besos, beso dentro del agua.