Memoria de otra vida
Ediciones del 4 de Agosto
Luke me pide un pequeño texto de presentación de mi poemario Memoria de otra vida. Ahí va, en estricta exclusiva.
Mi esposa dice que es un libro escrito por alguien aquejado de pitopusia (lo siento, palabra no aceptada por la Academia). Seguramente algo de razón no le falta. Es el tipo de cosas que uno hace cercano a los cincuenta. Como aquel compañero mío que se compró un deportivo rojo al cumplir los cincuenta y cinco años. ¿Se puede ser más simbólico?
Ante todo, yo diría que es un libro de homenajes, tanto vitales como literarios. Cuando uno llega a una cierta edad es hora de estar agradecido. Y si el bueno de Jorge Guillén no me hubiera chorado el título hace ya unos años, seguramente el libro se habría titulado así. Y el homenaje está unido a la celebración. Homenaje a amigos que se han ido, a mis padres, a quienes viven o han vivido cerca de mí.
También homenajes literarios o poéticos. Unos están claros en el libro; con otros hay que hay hilar más fino para verlos.
Luego diría que es un poemario con un cierto humor; bastante irónico en ocasiones.
Las personas que han leído el libro me dicen que son poemas cercanos. Me imagino que me quieren decir que el lenguaje es llano y que hablo de cosas que nos tocan en la vida diaria. Y ahí diría que son poemas de la experiencia, tal como hablaban de ella Gil de Biedma y Gabriel Ferrater, por ejemplo.
No sé qué más añadir. Simplemente que deseo que los disfrutéis.
José Carte al desnudo
¿Qué diré de mí? Tengo cuarenta y nueve años y tres hijos. Llevo casi treinta años en la enseñanza de idiomas, en Institutos de Secundaria y en la Escuela Oficial de Idiomas. También he sido profesor de Didáctica de la Lengua en la Universidad Pública de Navarra.
En mi vida diaria vivo en tres idiomas. Será por eso que la traducción me gusta e interesa.
He traducido seis libros hasta ahora: dos libros sobre yoga; teatro (Los amantes, de Harold Pinter); una historia sobre los vascos en Arizona (Aritzona-El roble protector, Ttarttalo, 2005) y poesía (Fornalutx, de Irving Layton, Bassarai, Vitoria, 2009). Además, he sido editor de una obra inglesa de filosofía hindú (A Contemplation of Patanjali's Yogasutras, Ambrosía, 2007).
Todo lo dicho anteriormente no tiene mérito personal alguno. Te lo aseguro, amigo lector, mon semblable, mon frère.