Te lo imaginas contigo allí y lo haces "casa desconocida". Con algo de lo tuyo hecho suyo, siempre, marcado por tu perspectiva.
Su rutina como la tuya pero allí, que a ti te resulta menos impuesta. Sus improvisaciones como las tuyas pero allí, que a ti te dan más vértigo. Sus desencuentros como los tuyos pero allí, que a ti te revuelven menos. Sus abrazos como los tuyos pero allí, que a ti te calientan más.
Allí los escaparates impresionan; aquí no, ya sabes lo que hay detrás del telón.
Allí, el día alivia con sus alas y a la noche, la luna, le queda más lejos. Aquí no. Aquí, la luz nocturna molesta por si se ve, y al día le falta aire para volar.
Por la televisión aquello es esto. Sobre el globo... está lejos de parecerse.
Desde siempre aquí y allí han estado separados y, se pongan los tiempos como se pongan, seguirán sin encontrarse en el camino.
Intriga con miedo al cambio gritando al desafío...
Valentía con miedo al parecido gritando a lo previsible...
Curiosidad con miedo a lo suyo gritando a lo de más allá...
Aquí y allí.
Quizá no, quizá tú aquí y tú allí.
Quizá sea eso... tú mismo en destinos distintos.
Aquí o allí... todo cambia. Los colchones, piedra. Los pilares, plastilina. El control, borrachera; y el arma, juguete. La confianza, otra; y el estribillo, nuevo. Lo de siempre, nunca; y lo tuyo, años luz. ...
Tengo que sentarme sobre la maleta si quiero llegar allí, no me cabe todo. Aunque quizá... quizá la vacíe por si a un trocito de allí le interesara intercambiar distancias.