Seguir los pasos a Estel Juliá es una tarea que merece la pena.
Prolífica escritora que nace en 1962 en Valencia, ciudad en la que aún reside. Tenaz en sus proyectos, divide su tiempo milimétricamente para poder dar cabida a múltiples y variadas acciones culturales como la Quizena de las Arts, proyecto del que se desprenden los subproyectos FormAccions (creación poética a partir de obras plásticas) y Cuatro Quatre Llengües Quatre Literatures (traducción de poesía de los idiomas oficiales del Estado español al valenciano), actividades todas ellas realizadas desde del Taller de Poesía en Valenciano de la UPV, desde el cual ha impulsado las antologías Poliversos I y II y el citado proyecto.
También ha colaborado en revistas digitales como Deseo, Dulce Arsénico, Luke o Destiempos, así como en proyectos virtuales como El otro. Poemas para la vida o Trazando caminos (2007) y la performance VII Versión Original. Privado (la respiración del agua) (2008) para Dante Teatro (Madrid).
Edita, diseña y mantiene con sumo celo, junto con miembros del Taller de Poesía en Valenciano de la UPV, las páginas web de POLIVERSOS: Taller de Poesía en Valenciano de la UPV y del proyecto cultural Quinzena de les Arts.
Desde 2007 Publica el blog En el andén, donde se puede encontrar gran parte de su obra lírica y donde hallamos la lucha por conseguir su voz de una poeta que, a pesar de todo, confía en el amor y se apasiona por describirlo en todas sus facetas. Las lúgubres y las alegres. Si en un poema logra desencarnarse poco a poco, en otras ocasiones simplemente recorre su propia soledad. Una soledad basada en la vida cosmopolita y a la vez provinciana de Valencia con insospechados efectos sobre la persona que hay detrás de la poeta y que eclosiona en forma de poemas. Mucho mejor para todos:
Una mujer se abandona,
lo mismo da en la acera,
en la boca del metro,
o en casa, una noche de viernes.
Otra mujer está colgada
del clavo más alto,
en la pared de nieve
y por mucho que los pies
impongan sus puntillas
e intenten echarle sus sombras,
quedará a la deriva del silencio.
Una mujer se pierde
en la resaca de un hombre,
es libélula que vuela
en el techo del frágil paraíso
que sabe inaccesible.
Su obra poética está formada por los siguientes poemarios inexplicablemente inéditos: En el andén y su versión bilingüe en valenciano y Zapatos imposibles (2008). Actualmente trabaja en su versión en valenciano (Sabates impossibles), en el poemario en valenciano Mar d’estels y en la producción de un futuro poemario en castellano, La lengua de las ciudades. Ha sido antologada en los volúmenes: Poliversos (Editorial UPV, 2007) y Poliversos II (Editorial UPV, 2009) y Nueva York. Versión 2.0 (Dulce Arsénico, 2008)
Su voz circula en nombre de la poesía y de la literatura. Contiene un gran significado como una explicación de la realidad que circunda a la poeta:
Los hijos de la nocilla
no quieren comer espaguetis.
Sus estómagos, llenos de diptongos,
incapaces de identificar un gusano de seda,
se abrochan los botones de la camisa de fuerza
y piden al cielo, con los ojos del silencio de los corderos,
que lluevan balas, como aquellas que disparó Maxwell Smart
al vecinito del quinto cuando merendaba
mantequilla de tres colores.
Estel provoca con su poesía una ternura sostenida por la imposibilidad de la persona de no ser más allá de una simple poeta, o en palabras del poema anterior, cuando no quiere comer espaguetis. La poeta realiza una especie de experimento cuando realiza un verso. De esa manera, Julià se mantiene en su laboratorio haciendo fórmulas con las palabras y esperando que no exploten y le dejen las paredes llenas con sus restos de ideas y palabras. Por ello, En el andén viene a ser esa bella estampa que termina después de la explosión. Algunas veces críptica, otras veces más explícita:
Si la palabra fuera un tango
te pediría que lo arrancaras
y que su piel se llevara las huellas
de la nostalgia que veo en el cielo.
Te pediría al mismo tiempo
que en su hueco dejaras la silueta del mar
y la del que ayer me acogió en sus brazos.
Si el tango es música
escucharé el arrullo
de sus gotas de lluvia,
las mismas que inundaron el verano,
el mismo que marchó a toda prisa
sin dejar apenas recuerdos.
Y cuando despierte del sueño,
te pediré un tango para que sus gotas
dibujen en el mar la silueta
del que arrancó la palabra de mi cuerpo.
Estel Juliá se mantiene expectante frente a la poesía. Su poética, muy poco explorada, merece publicarse para su estudio y disfrute. La soltura y sencillez de su poesía no debe engañarnos. Existe dentro de sus libros mucho de filosofía y reflexión. En esa simbiosis logra su cometido, dejarnos esa sensación agridulce en la boca. Únicamente comparable con los pasajes cotidianos de la vida, de eso que nos pasa mientras pensamos en otras cosas.