Hoy y ahora son palabras difíciles de apresar.
Ella imagina un punto sostenido
en el centro de la mansión
y los obstáculos infranqueables
de la luz y el espacio,
de las arenas movedizas
y sus fuerzas de atracción o desaire;
le gusta imaginárselo
justo a su lado, junto al fuego y la hipnosis
de unas pequeñas piedras que dibujan,
vacías pero no aún deshabitadas,
unas argollas y un fondo marino
en un tablero de azar y estrategia.
[ Ese juego es una extrapolación
pero le asombran las metáforas,
su fortaleza de flores y naipes,
su cuerpo de evasión y profecía ]
Después, un solo parpadeo
y enseguida los haces como pliegues
de abanicos o espíritus
desvelados, se lo arrebatan,
sin dejarle siquiera retener
el instante último
de luz y ruinas:
la matemática absurda del caos.
[ Ese diseño de la conmoción
y esa fractura en el recuerdo
sólo son un exceso de fe en las palabras ]