Luke nº95 Abril 2008

Carta a una editorial muy conocida

Al comité de lectura:

La necesidad de dar una visión totalizadora de Dublín obliga a Joyce a presentar fragmentos que no mantienen entre sí una coherencia cronológica ni narrativa, fragmentos de un rompecabezas que nunca aparecerá completamente aclarado, pues muchas de sus partes faltarán, otras permanecerán en las tinieblas o serán apenas entrevistas.
Ernesto Sábato, El escritor y sus fantasmas

Quizá no haya otro modo de acercarse a la complejísima realidad que toda gran ciudad representa. Aparte de los dos centenares de fragmentos narrativos de que este libro se compone, la inserción de algunos poemas responde únicamente al consejo borgiano por el que debe ser el contenido el que elija la forma; de cualquier modo su tema y carácter es coincidente con el resto de cuentos o fragmentos, y su noticia suele ser más narrativa que lírica. En última instancia, son como fuentes que alivian el tránsito de calles. Y además, está Schlegel: "no puedo imaginar una novela sino como una mezcla de narraciones, cantos y otras formas dispersas". Walter Benjamin, con quien estoy de acuerdo en tantas cosas, escribió una de la que discrepo: "las relaciones alternantes de los hombres con las grandes ciudades se distinguen por una preponderancia expresa de los ojos sobre la del oído". Valgan las páginas siguientes como refutación, in extenso, de esa afirmación. Amén del ojo, que lo hay, se ha intentado primar al sonido como elemento definidor básico del objeto descrito en este libro, que no es tanto Madrid sino el efecto de Madrid. No se entienda, sin embargo, que el presente es un ejercicio de literatura de magnetófono, porque en ningún magnetófono hay música de fondo. Ahora contradice a Benjamin Cardoso Pires, quien en su libro Lisboa. Diario de a bordo, hace el retrato de su ciudad por el olor, argumentando que Lisboa huele a limón, y que eso la explica mejor que la visión de cualquiera de sus monumentos y calles. En este libro no se dice a qué huele Madrid, sino más bien a qué sabe. Por supuesto, quien dice Madrid quiere decir esta ciudad, todas, Europa, el universo. Me pregunto qué posibilidades tiene este libro de publicarse en su editorial. En el fondo, mi pregunta es más íntima; qué posibilidades tiene este libro de publicarse.

Creación

Vicente Luis Mora

Baranda