Luis Leante, no es un autor novel, aunque si que es (era) un perfecto desconocido (literario) hasta que hace escasas semanas se alzara con el Premio Alfaguara de Novela 2007. El propio autor ha reconocido con una mezcla de satisfacción inocente el estupor y desconcierto que le produjo recibir la llamada telefónica anunciándole que se había hecho con dicho galardón nada menos que de Mario Vargas Llosa: su maestro. Hasta aquí, creo que es cuanto se debe decir de la persona. Porque a quien le toca hablar a partir de ahora es al escritor. La novela, Mira si yo te querré, un curioso guiño a la canción Las Corsarias, no desmerece en absoluto. La historia bien trazada, mezcla con maestría elíptica los convulsos años setenta, la marcha verde, la vendetta del Sahara, con la actualidad. Entre medias, una historia de amor imposible, por más que el autor se empeñe en lo contrario. Mira si yo te querré está llamada para triunfar. Ingredientes no le faltan. Calidad tampoco.
Luis García.- Luis Leante.... ¿sería correcto decir que eres un perfecto desconocido en la esfera literaria, por mas que tengas varios libros publicados?
Luis Leante.- Digamos que soy un desconocido "a secas". Si se compara con las posibilidades de llegar a los lectores que ofrece publicar en Alfaguara, sí es verdad que mis libros son casi rarezas. Pero lo cierto es que algunas de las novelas que he publicado hasta ahora han tenido hasta cuatro ediciones, se han adaptado algunos relatos al cine e incluso he sido traducido al checo. Soy desconocido, según con qué me compare, claro.
L.G.- Porque coincidirás conmigo que ganar el Alfaguara de Novela supondrá un punto de inflexión en tu carrera....
L.L.- Sí, a no ser que me esconda en un bosque y decida no volver a escribir nunca, mi carrera literaria ha cogido un camino de difícil retorno. Cuando te dan un impulso tan fuerte como éste, lo mejor es no mirar más que hacia delante y procurar no estrellarte si coges demasiada velocidad. Creo que las cosas ya no serán como antes, pero tampoco tengo la total seguridad de que vaya a ser así.
L.G.- Voy a hacerte una confesión. Soy una persona que me dejo guiar por las imágenes, y suelo ser muy intuitivo,... Desde el día que te alzaste con el Premio, siempre me vino a la memoria Luis Landero.... Quizás es una mera asociación motivada por el nombre....pero.... ¿te consideras como él un creador de mundos novelescos?
L.L.- Cuando leí a Luis Landero por primera vez, yo había publicado ya varios libros, y por eso no puedo decir que tenga una deuda literaria con él, pero lo cierto es que encontré en su concepción de la novela muchas cosas en las que yo andaba enredado desde hace tiempo. Me gusta crear esos mundo novelescos de los que hablas. La literatura es la gestación de imágenes y personajes que forman realidades que terminan por independizarse de "la pura realidad".
L.G.- Y ya tenemos la novela en la calle. Mira si yo te querré irrumpe en el panorama literario como "un elefante en una cacharrería". ¿Qué pueden encontrar los lectores en Mira si yo te querré?
L.L.- Lo mejor es no buscar nada. Sentarse, abrir el libro, fiarse de mí y dejarse llevar. Luego quizás encuentren una historia que trata de arañar el interior del lector, una trama llena de peripecias y aventuras, un fondo histórico que podría llegar a remover las conciencias y algunas imágenes del desierto que no fui capaz de grabar con una cámara y por eso traté de describir con palabras.
L.G.- Padeces cierta debilidad por contar, narrar e interpretar los convulsos años del fin de la Dictadura, en concreto los relacionados con el Sahara (español)... ¿Temes no ser comprendido por ello?
L.L.- No lo sé. Yo creo que nadie puede adentrarse en ese período de la historia y no sentirse sacudido por la injusticia y la sensación de fraude. Esa parte de la novela, sin ser el tema central del libro, tiene tanto poder narrativo que a veces tenía que luchar para que no devorara literariamente a los protagonistas de la novela. Por eso es posible que el lector se convierta en mi cómplice cuando conozca un poco más de esos acontecimientos tan vergonzosamente olvidados.
L.G.- Porque en Mira si yo te querré, aunque el hilo conductor es una maravillosa historia de amor, no deja de ser una tremenda critica a la responsabilidad española en el conflicto del Sahara....
L.L.- Por supuesto. El libro se puede tomar como una historia de amor, una historia de aventuras o una novela histórica. Pero yo quería poner el dedo en la llaga y hacer sentir un poco el dolor sobre la herida. La responsabilidad española de la situación del pueblo saharaui es patente, lamentable y vergonzosa. No pretendía hacer una novela política, sino provocar la reflexión y que cada uno decida sobre la parte de culpa que nos corresponde.
L.G.- ¿Puede la literatura ayudar a cambiar el mundo, y en este caso, puede ayudar al pueblo saharaui?
L.L.- Creo que eso es algo más de lo que el lector le pide a la literatura. Si la comunidad internacional no es capaz de solucionar un problema como el de los saharauis, resultaría difícil que los escritores consiguieran hacerlo. Sin embargo, la literatura puede despertar las conciencias, dar la voz de alarma, criticar, señalar, denunciar y hasta proponer soluciones. Desgraciadamente la última palabra no está en manos de los escritores ni de los lectores.
L.G.- La narración es muy ordenada aun dentro de esa permanente elipsis.... ¿qué hay de autobiográfico en la novela?
L.L.- En lo personal, no hay nada autobiográfico. Lo único biográfico son los nombres, historias y dramas de algunos de los personajes saharauis. Las historia que cuento sobre el éxodo a Argelia y la invasión marroquí está basada en testimonios reales. Quizás se pueda tomar como autobiográfico las sensaciones que la protagonista tiene ante la contemplación del desierto.
L.G.- Coincido contigo en esa reflexión que hacías en su momento sobre que "el comienzo de una novela, debe ser el 50% de la misma". ¿Crees que has acertada con esas primeras líneas de Mira si yo te querré?. Porque me consta que fueron escritas en unos momentos muy determinados....
L.L.- No sé si he acertado. En cualquier caso será el lector quien lo decida. Pero lo cierto es que tardé casi un año en escribir la siguiente frase, y durante ese tiempo le di vueltas una y otra vez, la cambié, la modifiqué y finalmente la dejé tal y como la había escrito tras el primer impulso. La frase surgió después de una noche de pesadillas. Había visitado un hospital saharaui y vi a una mujer a la que le había picado un escorpión. Pasé toda la noche soñando que yo era aquella mujer y que me estaba muriendo. De esa angustia surgió la primera frase.
L.G.- Y ahora la vorágine de la promoción.... ¿Cómo afronta el fututo Luís Leante?
L.L.- Paso a paso, sin mirar muy adelante. Literariamente se me presenta un horizonte lleno de sorpresas. Pero en lo personal es duro porque tengo que pasarme un año viajando por medio mundo. Ésta es la parte que menos me gusta de la literatura, pero en cuanto se serene todo volveré a sentarme a escribir y entonces lo haré como un niño que estrena todo lo que toca. Si consigo aguantar físicamente lo que se me viene encima, el resto será algo muy interesante.