Es posible que sea Javier calvo, uno de nuestros autores más "ingleses", y a la vez uno de los más crípticos, dos cualidades que no tienen por que tener nada en común, pero que dan un poco idea del tipo de escritor a quien nos estamos refiriendo. Quiero decir con esto, que Javier Calvo esta alejado de los circuitos y saraos literarios, que no se prodiga en los medios de comunicación y que no es fácil verle en las entregas de los Premios de este país. Suponemos que estamos ante un escritor que cuando no escribe debe estar leyendo (vieja reivindicación de un critico literario amigo) y a quien le debe importar poco la tendencia narrativa de este país. Y esto es así, porque lo que escribe se aleja de los postulados actuales y enlaza más con la literatura de los Palahniuk, o Wallace. Quizás, porque a la vez es su traductor, y quizás también porque le atrae esa aureola de malditismo. Ahora publica Mundo maravilloso, y una vez mas vuelve a maravillar con una novela fresca (algo difícil, de encontrar) ágil y cercana al folletín.
Luis García.- Javier calvo, ¿coincides conmigo en que Mundo maravilloso es una novela fresca?
Javier calvo.- Pues la verdad, no. No es un término que signifique mucho para mí. Pero lo agradezco igualmente.
L.G.- ¿Y cercana al folletín?
J,C.-Eso sí. La escribí usando como modelo el folletín victoriano, sobre todo Charles Dickens. Sobre todo los últimos libros de Dickens, Casa desolada, Grandes esperanzas, etcétera. Se puede ver muy claramente en el libro: la extensión, el ritmo, las subtramas... Pero también la mezcla de géneros, la sátira mezclada con intriga, los personajes de extracciones sociales diversas, etcétera.
L.G.- En realidad Mundo maravilloso es un gran bodegón literario con Barcelona de fondo.... una novela río, ¿cómo llegaste a pensar en Barcelona como ese personaje central sobre el que pivota la historia?
J.C.-Bueno, mi primera novela tenía una trama que era un poco incompatible con Barcelona como escenario, más que nada por estar ambientada en el mundo del cine y en medio de una producción cinematográfica, mientras que en Barcelona no hay mucha industria de cine. Y hubo quien vio el hecho de ambientarla en Londres como un ejercicio de esnobismo cultural. Así que, medio en serio y medio en broma, prometí que la siguiente sucedería en Barcelona. De todas maneras ya hacía años que quería escribir sobre Barcelona.
L.G.- Una Barcelona muy alejada pero a la vez muy cercana a la de Mendoza y Montalbán.... ¿Quizás mas humana?.
J.C.-En absoluto. Simplemente quería hacer otra cosa. Una Barcelona gótica, casi victoriana. Con muchos lugares inventados, sitios secretos, apartamentos escondidos, esa clase de cosas. Un escenario nocturno, tétrico. Como dice el libro, una Barcelona sacada de un libro de Stephen King. Félix Romeo la ha comparado con la Barcelona de Los misterios de Barcelona de Joan Perucho, y me parece brillante.
L.G.- Y una novela con la curiosidad de contar entre sus "personajes" con Stephen King, o mejor dicho un supuesto libro del narrador norteamericano.... ¿te consideras un apasionado de Stephen?
J.C.-No. Lo leo, pero no es de mis favoritos. Dentro del libro representa el elemento compulsivo de la lectura. Stephen King es la puerta de entrada de la literatura para miles de personas todos los años, y como tal merecía cierta elegía, me pareció. De ahí que Mundo Maravilloso, la novela de Stephen King, sea el mundo en el que vive Valentina Parini, la pre-adolescente desequilibrada del libro. Todos los elementos emocionales y afectivos que Valentina no puede obtener de sus padres, los obtiene del mundo del libro de Stephen King. Así es como se abre la literatura a los adolescentes: como un refugio para escaparse, o para esconderse.
L.G. ¿Te sientes cercano a alguna escuela literaria?. Quiero decir, no es fácil ver a Javier calvo en los saraos literarios de este país.... ¿a que autor o autores (nacionales) sigues con más insistencia?
J.C.-Sí voy a fiestas literarias, a veces, pero no me siento cercano a ninguna escuela. De todas maneras, creo que ahora mismo no hay ninguna escuela en este país. Sigo a muchos, pero simplemente como lector: a Ray Loriga, Francisco Casavella, Antonio Orejudo, Luis Magrinyà, Ignacio Martínez de Pisón, Kiko Amat, Rodrigo Fresán, qué sé yo.
L.G.- Hay una reflexión tuya que me ha llamado especialmente la atención, y que comparto profundamente. Afirmas que no "no se puede ser feliz a no ser que tengas hijos". ¿Qué quieres decir con ello y como lo encajas en la construcción de Mundo maravilloso?
J.C.-Me parece lamentable que alguien haya publicado eso. Aunque es una buena muestra del tipo de periodismo que se hace en este país. Lo que dije es que el libro nació de una reflexión mía privada, que es que llegó un momento de mi vida en que descubrí que no podría ser feliz si no tenía hijos. Por tanto, un simple pensamiento sobre mi vida particular. Cómo encaja eso con el libro es obvio: todo está construido sobre las relaciones familiares truncadas, y en concreto relaciones paterno-filiales. Empezando por el protagonista, Lucas, que intenta convertirse en el hijo que cree que su padre habría querido, todos los personajes son así. O les faltan los padres, o les faltan los hijos, etc. La novela trata con el significado emocional de la paternidad y de la filiación.
L.G.- ¿Qué tiene que tener la literatura o una novela como la tuya de casi 600 paginas para convertirse en un best seller?
J.C.-No tengo ni la menor idea.
L.G.- Desde luego la construcción no invita a ello (a convertirse en un best seller), porque a pesar de ser una novela con argumento, mantiene ese carácter de novela fragmentaria tan en boga hoy en día.... ¿el sustrato de dicho genero no es un tanto codificado? Estoy pensado en tu literatura, en la de Ray Loriga, Eugenia Rico.....
J.C.-Mi novela no tiene nada de fragmentario. Como te he dicho antes, la estructura es completamente decimonónica. Los capítulos son como entregas de un folletín. La trama es completamente lineal. Me muevo todo el tiempo en un registro realista.
L.G.- Novelista, traductor, guionista.... ¿en donde te encuentras mas a gusto?
J.C.-Siempre como novelista. También disfruto mucho como autor de relatos, guionista y traductor, pero las novelas son mi verdadera pasión.
L.G. - ¿Qué estas escribiendo en estos momentos?
J.C.-Una nueva película para Roger Gual.
L.G.- ¿Y qué te gustaría que te hubiese preguntado?
J.C.-No lo sé. Tal vez sobre Los ríos perdidos de Londres, que es el que más me gusta de mis libros, y tal vez el menos entendido.