LUKE nº 82

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Opinión

La dinastía del espanto

Antonio Lucas

Del mar salen como una tremolina de esqueletos con hambre, como una procesión de gigante acero negro. Llevan el fox-trot del frío adentro, por eso bajan en las playas con una tiritona de muerto que no sabe, de cadáver prematuro, arrastrando una miseria que no le importa a nadie. Salen a la hora de las brujas y del delfín insomne. Se mean los pies en las barcazas en una comunión de orín y espanto, y traen el corazón chorreando como una piedra mojada. Es desolador asistir, cuando llegan, al réquiem de tanta noche junta. Traen en la piel una dinastía de sal homicida, un yodo derrotado en la mirada. Son los huérfanos bastardos de Occidente. Un nuevo zodíaco de esclavos.