O librodisco. ¿Qué más da? El orden de los factores no altera el producto resultante -y fascinante- de la multiplicación de estas inspiradas o inspiradoras artes. Pero, ¿y si la multiplicación es por causa de la fatal combinación de la falta de imaginación propia con la desmesurada admiración hacia el trabajo ajeno?
Plagio. Temida palabreja. Algo a lo que Oscar Wilde, sin embargo, no hacía ascos: "When I see a monstrous tulip with four petals in someone else's garden, I am impelled to grow a monstrous tulip with five wonderful petals, but that is no reason why someone should grow a tulip with only three petals." (Cuando veo un tulipán monstruoso con cuatro pétalos en el jardín de otro, siento la necesidad de sembrar y ver crecer un tulipán monstruoso con cinco maravillosos pétalos, pero eso no es razón suficiente como para que alguien deba sembrar y ver crecer un tulipán de tan sólo tres pétalos.). Bien dicho, Oscar. Si plagias, hazlo aún mejor que el original. Aún así, el venerado y denostado dublinés parece ponerse del lado de Morrissey, voz de The Smiths, -según él mismo-, en la canción "Cemetery gates" (Las puertas del cementerio). ¿Cómo estará tan seguro el bardo angloirlandés de Manchester? ¿Se le habrá aparecido una noche de lobos en el Père-Lachaise?
En fin. Morrissey pasea por el camposanto acompañado de un amigo y de las palabras de los clásicos británicos Keats y Yeats y del mismísimo Wilde. El sol, otra aparición poco habitual por aquellas tierras húmedas, también le acompaña, pero no le hace muy feliz ("dreaded sunny day", maldito día soleado). Así es nuestro héroe. Paseando entre las piedras funerarias, se lamentan sobre la cortedad y nimiedad de la vida: "All those people all those lives, Where are they now? With the loves and hates, and passions just like mine, they were born and then they lived and then they died. Seems so unfair and I want to cry" (Toda esa gente, todas esas vidas, ¿Dónde están ahora? Con amores, odios, y pasiones como las mías, nacieron, vivieron y luego fallecieron. Es tan injusto, tengo ganas de llorar). Y, de la chistera, sin transición, se saca el tema del plagio: "If you must write prose and poems the words you use should be your own. Don't plagiarise or take "on loans"" (Si escribes prosa y poemas, las palabras que uses deben ser tuyas. No plagies o tomes préstamos). Prosigue advirtiendo que el plagio siempre sale a la luz -si Ana Rosa Quintana hubiera tenido gusto musical no le habría pasado lo que le pasó-: "There's always someone, somewhere, with a big nose, who knows, and who trips you up and laughs when you fall" (Siempre hay alguien, en algún lado, que tiene un buen olfato, que sabe, y que te pondrá la zancadilla, y se reirá cuando caigas). Preciosa canción con un "riff" cadencioso -¡lo que debe echar de menos Morrissey a Johnny Marr...!- , "Cemetery gates" es parte esencial del aclamado álbum "The Queen is Dead" de 1986, en el que machacan sin piedad pero con toda la gracia de la que son capaces a su graciosa majestad Isabel II. Eso sí, Morrissey rizará el rizo en su primer álbum en solitario, "Viva Hate", de 1988, deseándole a la amiga de Pinochet, Margaret Thatcher, un final a lo María Antonieta, tan de moda de nuevo gracias al film de Sofía Coppola, en su tema "Margaret on the guillotine".
Pero eso es otra historia. Hablábamos de plagio. Y del cazador cazado. Porque, si Morrissey advierte a su acompañante y a quien quiera escucharle de los peligros de copiar, los otros, esos que tienen buen olfato, que saben, y que proliferan en este mundo en red, nos advierten de la copia de Morrissey. Aún sin hablar inglés, no es difícil reconocer estas palabras en su canción, casi literalmente copiadas y pegadas con Microsoft Word: "All those people, all those lives, where are they now? Here was a woman who once lived and loved, full of the same passions, fears, jealousies, hates. And what remains of it now... I want to cry". (De la película "The Man Who Came To Dinner", de 1942, comedia protagonizada por Bette Davis. Morrissey utilizó el nombre del personaje masculino principal, un locutor de radio llamado Sheridan Whitehead, como pseudónimo para firmar sus críticas musicales en su etapa pre-Smiths).
Está claro. Ya lo decía el tío Oscar.
Mejor copiar bien que inventar mal.
The Smiths - Cemetery gates
A dreaded sunny day
So I meet you at the cemetery gates
Keats and Yeats are on your side
A dreaded sunny day
So I meet you at the cemetery gates
Keats and Yeats are on your side
While Wilde is on mine
So we go inside and we gravely read the stones
All those people all those lives
Where are they now?
With the loves and hates
And passions just like mine
They were born
And then they lived and then they died
Seems so unfair
And I want to cry
You say: "ere thrice the sun done salutation to the dawn"
And you claim these words as your own
But I've read well, and I've heard them said
A hundred times, maybe less, maybe more
If you must write prose and poems
The words you use should be your own
Don't plagiarise or take "on loans"
There's always someone, somewhere
With a big nose, who knows
And who trips you up and laughs
When you fall
Who'll trip you up and laugh
When you fall
You say: "ere long done do does did"
Words which could only be your own
And then you then produce the text
From whence was ripped some dizzy whore, 1804
A dreaded sunny day
So let's go where we're happy
And I meet you at the cemetery gates
Oh Keats and Yeats are on your side
A dreaded sunny day
So let's go where we're wanted
And I meet you at the cemetery gates
Keats and Yeats are on your side
But you lose because Wilde is on mine