Para qué engañarnos. La poesía era, cuando la música no, en periodos helenos tan cinematográficos como desconocidos (a los historiadores nunca les ha importado la creatividad de los otros, otros que llevaban 2mil años muertos). Pero coquetearon bien las rimas y los ritmos hasta que en el siglo 20 algunos decidieron llevarlos a una luna de miel. La beat generation en la Usamericana, la chanson francesa, y decenas de folklores que llevaban de Irlanda a EuskalHerria, pasando por geografías napolitanas, quebecquianas o flamencas, entre otros.( La armónica poética de África, Latinoamérica o Asia pertenece a otro gran capitulo de la historia.). no llevaré más adelante éste análisis, para citar a una de las voces que, aliviado del etiquetaje "cantautor", puede uniformizar esa corriente de poesía/canción. El compositor donostiarra Diego Vasallo.
"La Huellas Borradas.2000-2006" incluye algunas canciones de trabajos anteriores ("Los abismos Cotidianos", "Canciones de amor desafinado", "Criaturas"), además de temas inéditos, y nuevas versiones, colaboraciones (Aute, Quique González,.Javier Álvarez...) y la inevitable presencia de su "sastre" Suso Saiz
"Es el resumen de mis últimos discos, de 6 años......la intencionalidad está clara, a nivel instrumental se ha hecho más austero.....las influencias del folklore latinoamericano, de la música italiana, francesa , me he acercado a otros idiomas que no son el monopolio del ingles.......es lo más realmente cercano a como yo me veo a mi mismo, lo que más se acerca a esa esencia, a mi forma de ver la música, la poesía, o el mundo......Suso Saiz ha sido una muleta importante, me ha enseñado muchas cosas, pero sobre todo ser menos respetuoso con la perfección y la forma, además de confiar más en mi voz......cuando llegas exactamente a un sitio es por dejar los errores a la vista, dejarlo todo en estado crudo y puro, humano....creo que he encontrado mi lenguaje musical.... aunque pague el precio de venir del mundo del pop, y buscar la esencia de las canciones"
"La Maquina del Mundo" es un duelo de dos voces, la del propio DV y la del poeta Roger Wolfe --autor de los textos-, un proyecto apoyado por las teclas de Joserra Senperena, y el encuadre recurrente de Suso Saiz. Grabado entre Gerona (Music Lan) y Madrid (Q Estudios) nos lleva por el itinerario más temerario, el más húmedo, y el menos complejo, el de las vidas cruzadas que rozan la urbanidad. Como algo cotidiano. "Eso surge de un recital de poemas que dio Roger en Donostia en 2004. Yo tenia cuatro libros suyos, pero ese día no le conocí .Lo presentaba Karmelo Iribarren, así que le pedí la dirección y sentí el impulso de contarle lo que me había parecido.. Curiosamente, me respondió diciéndome que tenia mi último disco, "Canciones de amor desafinado" y nos seguimos escribiendo, hasta que me propuso hacer alguna colaboración. Me mando unos textos, algo que para mi era raro, que no hacia habitualmente, y me empecé a ilusionar con el tema. Ambos hemos estado ocupados en nuestras historias, pero durante dos años, primero barajando la posibilidad de un libro, con mis dibujos, luego un libro-disco.. a Roger le gusta mucho la música, y eso ha beneficiado al proyecto. Los recitados de Roger están grabados a la vez, y eso se nota.. mi obsesión era que no parecieran poemas musicados, sino canciones, creo que lo hemos conseguido en muchas.. en el primer tema, largo, me gustaba la tensión que provoca un texto interminable, pero que al final grabamos de madrugada en tres tomas..se nota la tensión que habíamos creado en el estudio, yo estoy encantado con los recitados de Roger. Este es un disco para tomar riesgos, un ejemplo de ello es la primera canción, que aunque dure nueve minutos, es una declaración de intenciones. La experiencia de este disco ha sido grata e interesante. Y sobre todo conocer a Roger, una persona impresionante, muy culto, inteligente, y con una visión de las cosas muy cercana a la mia. Y es que si no hubiese sido imposible hacer esto"
Diego vasallo concibe éstos dos discos/cedés en dos etapas, en dos esferas de tiempo y espacio, pero ambos han coincido en la temporada. Estábamos con el protagonista en el legendario Tánger Bar donostiarra circulando el otoño, y acabamos descubriendo que sus sueños futuros no engañaran demasiado al presente, aunque de directos nada. el Leviatán 2006 de Vasallo se relajará, pero sus huellas y su maquina perduraran.