Recojo aquí las opiniones de varios ciudadanos anónimos que expresan su punto de vista ante la prohibición del Obispado de Mallorca de representar una obra de Leo Bassi en un teatro de su propiedad. El debate, seguido a través de la prensa, me ha parecido tan interesante que reproduzco aquí un fragmento. Que cada cual reflexione su postura. Esta es la voz de la calle.
¿Le parece bien que el Obispado de Mallorca prohíba que Leo Bassi actúe en un teatro de su propiedad?
Condiciones obvias
Si alguien alquila una habitación de su casa condicionada a que nadie haga en ella un acto insultando a sus padres, y el inquilino pretende hacerlo, no sólo no es limitar la expresión exigir el cumplimiento del contrato, sino posible motivo de rescisión y expulsión del inquilino turbio. Luis.
Patrimonio
A propósito de la pregunta digna del siglo XIX: lo que me parece raro, muy raro es que la Iglesia posea teatros, locales, etc. (¿?), los alquile y ponga condiciones dignas de Atapuerca. Juan.
Todo tiene un límite
El propietario de un local alquilado, como parece ser en este caso, está en su perfecto derecho de exigir que se cumplan las cláusulas del contrato; por otra parte, todo tiene un límite, y este pseudopayaso se ha pasado de la raya. Si tiene narices que haga lo mismo con el Islam. El Coyote.
Fuera de juego
Aunque no soy nadie para juzgar a la Iglesia, creo que el gran mal que la afecta es el no haberse adaptado al siglo en el que vivimos; propugnan cosas totalmente desfasadas y anacrónicas. No se puede pretender aplicar ideas tan obsoletas. Pelikan.
A cada uno lo suyo
El propietario de un local tiene perfecto derecho a poner las condiciones de uso del mismo, para eso es suyo. La libertad de expresión tiene los límites del respeto a los demás y la propia ley, por eso hay delito de injurias, sino, en virtud de esa libertad de expresión cada cual podría ir llamando hijo de puta a todo el mundo por la calle. La tergiversación es endémica. La propiedad manda.
Postura lógica
Me parece lógica y coherente la postura del Obispado. Me disgusta el doble rasero de la progresía respecto a las críticas a la religión. Cuando se trata del Islam hablan de respeto a las diversas creencias -sobre todo las de los que queman embajadas y asesinan a sacerdotes- pero cuando se trata del catolicismo apelan a la libertad de expresión. ¿En qué quedamos? ¿Respeto para unos y libertad para otros? Mucha hipocresía es lo que hay. Susana.
Postura cavernícola
El teatro será de propiedad eclesiástica, pero las subvenciones que recibe las pagamos todos. Así que con presupuestos públicos la Iglesia decide qué podemos y qué no podemos ver. Y los seis solares públicos regalados por Cort, ¿También tendrán censura en manos de los reaccionarios con sotana? Propongo apostatar -borrarse de la Iglesia- ya está bien de sufragar y apoyar con nuestra presencia tanta postura cavernícola. Andreu.
Publicidad gratuita
En su casa uno hace lo que quiere; ¿es que no hay otro sitio para actuar? Además, con la publicidad que le han hecho seguro que llena. Sólo falta que algún político progresista mueva pieza para encontrarle un buen escenario el que representar tanta bazofia. Re.
Elegir a los invitados
El Obispado muchas veces da cobertura en sus propiedades a actividades de marxistas, catalanistas y ateos que nada tienen que ver con el espíritu ni de la Iglesia ni de la sociedad. Tendría pues que poner más atención a lo que se hace en su propia casa. Execuatur.
Bien por el Obispado
¿Qué aporta este pseudo payaso a la sociedad? Bazofia y falta de respeto por las creencias religiosas mayoritarias de este pueblo. ¿Sería capaz de hacerlo en cualquier país islámico sobre Mahoma? En la libertad de expresión no se contempla el insulto. Me parece adecuada la respuesta del Obispado, a pesar de que otras veces he mostrado mis discrepancias contra los curas catalanistas que se olvidan de una gran parte de este pueblo de habla castellana a la que ignoran. Pelayo.
Dinero y poder
Por supuesto, que se prohíba, pero que no se le aniquile, como harían miles de millones de musulmanes. No solo creyentes, sino gentes trabajadoras, serias, responsables y cultas, tienen el derecho de vetar las mezquindades y perversidades de Leo Bassi. Bartomeu.
Todos somos actores
El mundo es un teatro de nuestra propiedad y cada uno es un actor, lo que se pueda decir o decidir, depende simplemente de nuestro grado de responsabilidad individual. ¿Dónde está la línea que separa «lo moral y la libertad de expresión» de una obra, acaso depende de la cultura de un pueblo? Tolo.