Literatura

Pez de tierra

Impresiones sobre el filo

Ángela Mallén

Taxus baccata

"Taxus baccata",
de Julia Otxoa (dibujos de Ricardo Ugarte).
Hiperión, Madrid 2005

Cabalgo sobre el filo que atraviesa un libro no numerado.
(La línea es una sucesión de puntos, la distancia menor entre dos puntos distantes).
Sigo la línea, pero se convierte en un castillo.
No es un castillo en el aire. Es un castillo de aire. Es de oxígeno. Es una arquitectura que une dos puntos distantes.
Luego discurre la línea por la blancura, transcurre por las páginas, las reune como un largo corredor reune las habitaciones de un motel donde pernoctan los viajeros una sola noche. Un motel en el desierto de Arizona donde hace sol y hace frío.
Es la línea que conoce el tiempo. Los tiempos. Y los hilvana.
Es la línea que se hace al camino: la distancia menor entre la naturaleza y la interpretación. Entonces rozo la línea con mi dedo índice, la sigo (sigo su voluntad) y siento la certeza del misterio. Toco la certeza de Taxus baccata.

Taxus baccata es un árbol mágico, milenario, lento, sabio. Su semilla fue sembrada en el centro mismo de un bosque, en el claro, mucho antes de los aquelarres, una noche alta y sin embargo negra, y sin embargo interpretada, y sin embargo comunicada. Por eso taxus baccata es un árbol sembrado por una mujer.

Esa mujer se llama Julia. No pertenece al mundo de los gigantes. Se presenta ante mí como un pobre payaso mojado y tartamudo. Pero entonces se extiende esa fina línea bajo sus palabras: una alfombra roja para sus pequeños pies funámbulos, una maroma entre la fragilidad y la dignidad.
Ella se adentra en agua de mar, en la profundidad verde, en la neblina que enmascara los barcos.
Ella es la luz que barre un círculo de entendimiento.
No es la estrella Polar que encierra un punto cardinal.
Es la luz que va en busca del náufrago.

¿No me crees si te digo que es hermoso?