LITERATURA: Cartas del Norte - "Entrevista a Juan José Flores" josé luis garcía
Introducción.- Cuenta su biografía que Juan José Flores es nacido en Barcelona en 1955, que es licenciado en biología por la Universidad Central de Barcelona y que es autor de las novelas Como un ángel herido (1997) y En el umbral (2002). Esta última en su momento toda una revelación y éxito de criticas. En fin. Esto es lo que cuentan. El resto, comenzará a forjarse a partir de Todas las primaveras (Alfaguara 2005). Seguro.
Luis García.- Dos novelas, Como un ángel herido y En el umbral, han hecho de usted que se le siga con interés. (La critica entonces le trató con cierto respeto....). Ahora presenta nueva novela, Todas las primaveras, en lo que parece una apuesta personal de su nueva Editorial.... ¿Cómo afronta el futuro inmediato Juan José Flores en lo personal y en lo literario?.
Juan José Flores.- Ambas cosas van íntimamente unidas. Es cierto que me siento respaldado por una editorial importante, algo que es una satisfacción pero también una gran responsabilidad. Veo pues mi futuro escribiendo, que es lo que me gusta hacer, tratando de desentrañar todas las historias que llevo dentro.
L.G.- ¿Qué es Todas las Primaveras?. ¿Cómo debemos acercarnos a la novela quienes ya le leímos en su anterior En el umbral?
J.J.F.- Todas las primaveras habla del gran poder de la ficción, del acto transformador de escribir, leer, contemplar en el caso del cine-- o simplemente escuchar historias, algo tan antiguo como el hombre, que tal vez no le dé todas las respuestas que busca, pero que le puede reconciliar con el mundo y consigo mismo, esa proyección como en una pantalla de su propia imagen. Además, al igual que En el umbral, aquí se trata fundamentalmente de sentimientos, del amor, de su pérdida, de nuevo el gran enigma que es el corazón humano.
L.G.- ¿Podríamos estar ante una historia sobre la impostura?
J.J.F.- La impostura es utilizada como excusa. Es ante todo una historia sobre la máscara y sobre la dificultad de llegar, en última instancia, a conocer a quien se esconde tras la máscara. Hay un personaje que suplanta a otro al escribir cartas de amor, pero que vivirá una verdadera historia de amor. Hay otro personaje que roba un manuscrito apenas esbozado, pero que lo continuará como si fuera el verdadero autor. En la novela, suplantación no siempre es sinónimo de mentira. También se afirma que la ficción puede ser más verdadera que la mera enumeración de hechos ciertos y comprobados.
L.G.- ¿Como nació la novela?. ¿Cuál fue su génesis?.
J.J.F.- Yo había escrito un relato corto que contaba la historia del rodaje de una película en una vieja casa en la que, por un acuerdo con la productora, se aceptaba que continuaran viviendo algunos miembros de la familia propietaria. Me interesaba el tema de esas miradas medio ocultas, de alguien que espía el desarrollo de una historia que se rueda, fragmentadamente, en su propia casa. En cualquier caso, pronto me di cuenta de que esa historia se expandía, que iba a exceder la frontera de la narración corta, y que además entraba en extraña resonancia --casi como una llamada con otras historias que yo guardaba almacenadas en algún lugar, como son la de la correspondencia en el frente de Aragón, y la historia del hotel de los suicidas de París. A partir de ahí, todo fue dejarse llevar por la intuición.
L.G.- Tengo la sensación, como lector, de estar ante una novela que es a su vez muchas novelas
. La historia de Diego, el aprendiz de Director de cine cual aprendiz de brujo, la de Blanca y su madre, la de los Anglada... una especie de novela total en la que las vivencias de sus protagonistas se unen y separan por un fino hilillo.... ¿Está contento con el resultado final?.
J.J.F.- Es verdad que hay varias historias que se entrecruzan, pero yo creo que la vida nos suele hablar así, nos cuenta las historias así, de un modo que podríamos llamar multifacético, y además lo hace con diferentes registros, y lo asumimos normalmente. Yo he pretendido también que todo se vaya asumiendo con naturalidad, los cambios de narrador o de forma de narrar, las historias que se acercan unas a otras o se alejan. He pretendido que el lector no tenga la sensación de estar realizando extrañas piruetas, que todo suceda sin brusquedades.
L.G.- Y una novela a su vez muy cinematográfica, no sólo porque sus protagonistas sean directores de cine, sino porque el primer capitulo, la secuencia de la casa y ese misterio oculto, recuerda demasiado a viejas películas de época
.góticas si se me permite.... ¿Homenaje a alguien, quizás?.
J.J.F.- Bueno, hay un homenaje en general al cine, en algún pasaje concreto, como el que mencionas de la filmación en la vieja casa, tal vez haya tenido imágenes inconscientes del buen cine negro de la época dorada de Hollywood, aunque también podría haber reminiscencias del cine de Hitchcock. También hay referencia cinematográfica en cierta forma de narrar, cuando el narrador se pega a los personajes, sin juzgarlos, impúdicamente incluso, y se invita al lector a que también mire a través del visor, secretamente, con total impunidad, como a través del ojo de una cerradura.
L.G.- Enigmas, misterios
. La historia en sí no es sino una sucesión de cajas chinas.... ¿Qué reacción pretende conseguir en los lectores?.
J.J.F.- Ante todo que sienta un deseo irrefrenable de ir abriendo esas cajas chinas. De nuevo volvemos a lo del comienzo: la fascinación por el hecho de descubrir una historia inacabada que busca continuación, como le sucede al personaje de Adrián, de intuir que toda historia que de alguna forma nos interesa, aunque sea inventada, es porque en realidad habla de nosotros, aunque sea de un modo más o menos oculto o metafórico.
L.G.- ¿Es mas importante lo que no se cuenta pero se intuye, que lo que se cuenta?
J.J.F.- Bueno algo parecido se apunta en la novela; se dice que lo que cuenta una historia es como una sombra de lo que no cuenta. Me gusta pensar que los libros que escribo los continúan de algún modo los lectores, seguramente apoyándose en lo que se insinúa, en lo que ellos intuyen, más que en lo que yo cuento de un modo explícito
L.G.- Se aleja del tipo de narrativa que se hace actualmente en España
¿Es consciente de ello?.
J.J.F.- Yo escribo lo que me pide el cuerpo, por decirlo así, independientemente de si voy con cierta corriente o no, en el supuesto de que eso exista. Es posible que el mundo de la edición haya apostado en los últimos años por un tipo de literatura de un realismo a ultranza, con parámetros muy concretos, y yo no acabo de reconocerme en eso.
L.G.- ¿No teme que eso le reste lectores?. Aunque estoy seguro que a la larga será mas un mérito que un demérito..........
J.J.F.- Está claro que lo que busca un escritor es, precisamente, tener lectores, cuantos más mejor, y éstos, lo que esperan de un escritor lo digo porque ante todo yo soy lector es coherencia y una sinceridad insobornable, que escriba lo que de verdad crea que debe escribir, en lugar de otear por dónde soplan los vientos de tendencias y modas.
L.G.- Pertenece Juan José Flores a una generación un tanto descabalada.... , si me permite la expresión.... ¿Con que escritores se siente mas cercano?.
J.J.F.- Este trabajo es quizás uno de los más solitarios que existen. Nunca he tenido la sensación de ir en un viaje colectivo en esto de la literatura, de pertenecer a una generación determinada. Todo lo he hecho como al margen. Sin embargo, me interesan muchos escritores, naturalmente, como lector, pero no siempre son de mi generación, ni poseen un estilo narrativo con el que pudiera identificarme; estoy pensando por ejemplo en Luis Mateo Díez o José María Merino y también Javier Marías o Juan José Millás.
L.G.- ¿Y más alejado?.
J.J.F.- A veces puede parecer más fácil plantear diferencias que similitudes. No quisiera dar nombres de quienes puedo intuir más en las antípodas, porque además parto de una base de respeto por todo aquel que decide enfrentarse con una obra literaria. Digamos que sigo menos a aquellos autores con poca coherencia, sin ambición literaria.
L.G.- ¿Qué esta preparando en estos momentos Juan José Flores?
J.J.F.- Entre dos novelas suelo escribir cuentos y narraciones cortas, que es un género que me seduce por lo exigente que es. Ando con esas historias de pocas páginas ahora, aunque también tengo en mente una idea para otra novela, sobre la memoria.
Juan José Flores (Fotografía: Oscar Elías)