Estamos ante la primera novela sobre la Guerra de Irak, y estamos ante una nueva novela de Fernando Marías. Premio Nadal 2001 por su novela "El niño de los coroneles", Invasor inicia su relato con el extravío del personaje central en el desierto envueltos en una lucha salvaje con civiles iraquíes, en la que el protagonista mata a dos hombres y resulta gravemente herido junto a otro compañero en una salida aparentemente rutinaria, viéndose envueltos en una lucha salvaje con civiles iraquíes, en la que el protagonista mata a dos hombres y resulta gravemente herido.

Luis García.- Fernando Marías, nueva novela, Invasor, y nueva –o vieja- polémica. ¿Está preparado para ella?

Fernando Marías.- Preparado.

L.G.- Una novela de conciencia con la que usted de alguna manera se posiciona contra la Guerra de Irak... ¿Era ese su objetivo?.

F.M.-Uno de los objetivos, sí. Posicionarme, y de la forma más contundente posible. El otro objetivo era tratar de averiguar si era posible hacer hoy una novela que inquietase al lector adulto. Como nos asustaban de chavales Drácula o Doctor Jeckyll. Una novela con claves de género de terror, pero con muchas más cosas dentro, como esa reflexión sobre la conciencia. La literatura de género es una herramienta maravillosa para tocar ciertos asuntos.

L.G.- Usted muestra como un hecho trivial, un desafortunado encuentro puramente casual puede cambiar las vidas en este caso de los protagonistas.... ¿tan fácil es cruzar la línea de la sombra?.

F.M.-Sí, seguro. Eres una persona normal, feliz, relajada... y de pronto ocurre algo y te encuentras con las manos manchadas de sangre. Has matado a alguien. Seguro que es fácil cruzar al lado oscuro, y encontrarte en él sin retorno.

L.G.- Cuentéenos como nació Invasor.... cual fue su génesis....

F.M.-Tenía la idea vaga en la cabeza, pero el pistoletazo de salida fueron las masivas manifestaciones ciudadanas contra la guerra de febrero de 2003. Pensé que al día siguiente Aznar anunciaría su renuncia a seguir a Bush. Pero en vez de escuchar a sus ciudadanos eligió la infamia. Me sentí secuestrado, rabioso e impotente. En pleno siglo XXI el presidente de nuestro país iba a meternos en una guerra colonial del XIX: matar inocentes para robarles los recursos. Increíble pero cierto. Yo quise escribir sobre ello. Aunque por supuesto, una vez empiezas la novela esa rabia queda de fondo, pero no es el objetivo principal. Luego, como siempre, la novela toma su propio camino. Invasor, al final, es una novela que puede leerse de dos formas: como novela fantástica, con fantasmas y otras cosas inexplicables, o como novela realista en la que todo tiene una base científica; incluida, por supuesto, la novedosa “forma física” de venganza. Esta segunda novela es una descripción de un proceso de esquizofrenia.

L.G.- El propio título de la novela alude al carácter ilegítimo de una contienda no deseada ni buscada....

F.M.-Es un título de doble sentido: el protagonista invade, pero luego es invadido.

L.G.- Y nuevamente una novela muy cinematográfica....¿Compartes el criterio?.

F.M.-Mis novelas son muy visuales, pero luego resultan muy difíciles de adaptar. Invasor es, casi todo el tiempo, una voz interior. Eso es difícil de contar en una película. Pero lo cierto es que los derechos para el cine ya se han vendido.

L.G.- Manejas con soltura la psicología de los personajes, -ya lo habías hecho en tus anteriores novelas, sobretodo Esta noche moriré- y habría que decir haciendo fácil lo difícil te puede resultar relativamente sencillo escribir sobre unos seres atormentados por la guerra..... ¿Cómo se crean esos fantasmas en el interior de un personaje?.

F.M.-Me salen. Me gustan. Me interesan. En cambio, imaginarme escribiendo una novela humorística me resulta imposible.

L.G.- ¿Hay redención para quien ha matado a un inocente?

F.M.-Tres de los personajes, con sus respectivas historias, parecen decir que no. Yo quiero creer que sí es posible, difícil como una larga convalecencia, pero posible.

L.G.- ¿Y para quien te obliga a hacerlo?

F.M.-No. Ese es, y seguirá siendo, un canalla. Solo merece desprecio.

L.G.- Has abandonado –supongo que momentáneamente- la novela negra.... ¿para cuando tu retorno a dicho género?

F.M.-En realidad ninguna de mis novelas es estrictamente negra. “Esta noche moriré”, tal vez; aunque también tiene otros elementos. Y “La mujer de las alas grises”... Tal vez debería hacer una novela negra clásica.

L.G.- ¿Y al cine, medio en el que tan a gusto te encuentras?

F.M.-Estoy escribiendo con Miguel Ángel Vivas su siguiente película. Es una historia semipiadosa de monjas, con apariciones de la Virgen y el Niño Dios. Lo digo en serio. Es un viejo argumento que hicimos Paco Plaza y yo tras “El segundo nombre”. Miguel Ángel lo leyó y se enamoró. Ahora estamos en pleno idilio creativo. Siempre digo que me gustaría dirigir una película, algún día. Pero por otra parte da tanta pereza...

L.G.- Por último…. ¿qué estas preparando en estos momentos?

F.M.-Cosas secretas y potentes. Se hablará de Fernando Marías el 2005.