OPINION : "Los muertos del verano" inés matute
Morimos en los arcenes, morimos en la cama. Morimos en la bañera, en el paritorio y también en la playa. Morimos amando la vida y sin llegar a abarcarla. De los muertos del verano, los que me más me conmueven son los muertos de la playa. Toalla, pareo y chancletas, y el bote de Nivea como un sol azul entre las dunas requemadas. El cuerpo, en plena sal del Meyba mojado, espera por el furgón mortuorio escoltado por una viuda exaltada. Hace apenas una hora, el cadáver lamía el que sería su último helado. La parienta le riñó ociosa; el aroma de las vacaciones restaba hiel al enfado. Cielos infinitos y gaviotas reidoras, el todo y la nada jugando sus naipes mano a mano. Y el muertecito en el centro, en toma fija, tieso y bien observado. Mientras el mar se encharca en sus ojos, la vida se expande sobre un ponzoñoso olor a fritanga.