Dicen las malas lenguas que no paran, que desde que comenzaron - el primer número de la revista vio la luz en octubre del 2001, ¡cómo pasa el tiempo!- los chicos de Casatomada (Mallorca) no han dejado de ofrecer, cada seis meses, una renovada visión de lo que es la literatura, el cine y las artes en general. Si original es su forma de crear imagen y forjar pensamiento, más lo es esa asociación cultural sin ánimo de lucro que responde por el nombre de Ars Longa y que consigue imprimir, gracias a sus iniciativas culturales, un aire de burbujeante cosmopolitismo a esta pintoresca roca anclada en el Mediterráneo; “Act local, think global”, al decir de los gurús de la vanguardia, parece ser su consigna.

Leído en prensa: “La asociación, con ánimo de lucro pero sin ninguna esperanza de obtenerlo...”¿Qué extraño planteamiento es ese? ¿A qué viene tanto pesimismo dado el entusiasmo con que se os ha recibido?

Creo que lo de sin ánimo de lucro es evidente ya que nuestro producto es minoritario y nuestra infraestructura, aunque va creciendo, también es muy limitada, y si a esto le sumas nuestra negativa a insertar publicidad y la nula adjudicación de subvenciones por parte de los organismos oficiales (llevamos cuatro años y no hemos recibido nada de nada, excepto algo que nos dio Sa Nostra para equipamiento), creo que el animo de lucro se evapora, pero no el de subsistencia. Por eso ahora hemos montado nuestro espacio diletante (Passatge Antonio Torrandel, 1 local 11, Palma), que es una especie de librería, sede social y cineclub, para poder conseguir ingresos extras para nuestros proyectos.

La revista nació en octubre del 2201. ¿Quién le propuso el nombre, algún admirador de la obra de Cortázar?

El nombre y la idea principal fue mía, pero el primer número lo llevamos a cabo Miguel Ángel Oliva, un amigo de la facultad y yo.

A día de hoy, ¿os habéis distanciado mucho de aquel planteamiento inicial?

Los planteamientos son más o menos los mismos, pero se han visto enriquecidos por gente que entró más tarde como Luis Imperiale, nuestro diseñador, Agustín Fernández Mallo, Aina Llorente, o los que ahora mismo forman parte de Casatomada como Xisco Bonnin y Luis Ortas. Ha sido un proceso más que de modificación, de crecimiento tanto en calidad de colaboraciones como en calidad del mismo formato, algo para nosotros muy importante.

Autodefinido: Casatomada es una revista diletante de arte laxo. Entiendo que nos proponéis una plataforma de creación en la que el artista ni siquiera necesita colgarse una etiqueta que le defina. ¿Conduce tal vez la indefinición al “todo vale, todo es arte”?

Creo que esa pregunta queda contestada en nuestro falso manifiesto que abre el número 0.1

Ojeando la revista aprecio una clara preocupación por la estética. ¿Hasta qué punto es el diseño importante para vosotros? ¿No se estará sacrificando, como ocurre a menudo en el discurso del arte contemporáneo, el contenido en favor del continente?

Para nosotros siempre ha sido importante la estética, como dices, pero ya desde el fallido 0.0 de octubre. Dentro de muestras posibilidades siempre hemos intentado huir de la estética fanzinera, por eso nuestro número 0.0, aunque con infinidad de limitaciones de diseño (no teníamos maquetador y nosotros no sabíamos casi nada, nos ayudó Pep Toni, el actual líder de Trailer, uno de mis grupos preferidos) decidimos gastarnos el dinero en una imprenta e intentar ofrecer algo más que contenidos. Pero al final hemos conseguido ese equilibrio gracias a la labor de Luis Imperiale, ya que en ese aspecto conectamos desde el principio. Por otra parte, nos gusta que Casatomada sea también un objeto que la gente quiera guardar y que, pasado el tiempo pueda volver a releer los contenidos, a mirar sus fotos, a ver u oír sus cds; a disfrutar de su presencia como objeto.

Supongo que la idea, dada la estética de la revista y también su precio (diez euros) es que la gente la coleccione...

Para nosotros sería un placer. Aunque creemos que el precio es más que asequible ya que son 100 páginas más cd, que no está mal, ¿no?

Háblanos de la revista como cantera de nuevos valores.

Esa es una de las ideas, crear una plataforma para nuevos creadores –en todos los aspectos- pero también combinarlo con la aportación de creadores afines a nuestras coordenadas o que simplemente nos gusten.

Una revista, ciclos de cine, seminarios... Hay por ahí un refrán que afirma que “quien mucho abarca poco aprieta”. ¿No estaréis arriesgando demasiado dado que, como decíamos al principio, no tenéis demasiadas esperanzas de hacer dinero con vuestro trabajo? ¿No tenéis miedo de quemaros en el empeño?

Quemarnos no, pero ya hemos pagado, por decirlo de alguna manera, nuestro esfuerzo, ya que este año con la apertura del local, los ciclos de cine, el dinero, etc, nos hemos visto obligados a publicar un único número en 2005, aunque creo que este será casi doble. Si todo va bien aparecerá en noviembre. De todas maneras, como el local ya está en marcha, esperamos volver a publicar en 2006 en mayo y noviembre.

¿Qué es para vosotros el ARTE? ¿Cuál sería la misión del creador, en caso de tener alguna?

Yo no creo que el creador tenga una misión más allá de su propia labor artística, a no ser que sea como esos hipócritas de Live Aid (Elton John, Bono, Geldoff, etc) que dicen que luchan contra la pobreza, contra la existencia de ricos y pobres cuando ellos, si no fuera por las condiciones del mercado capitalista, no amasarían las fortunas que manejan. Esto es lo que parece intolerable. En cuanto nuestra definición de arte, te puedo hablar de mis consideraciones sobre la práctica artística ya que la definición de arte, al menos en la actualidad, me parece fuera de lugar. Yo creo que existe un cierto tipo de actividad que consiste en la creación de artefactos artísticos que responde a una cierta manera relación del sujeto creador con la historia del arte y con los círculos artísticos. Parece una manera burda de aproximarse al arte, pero creo que sin esa relación de complicidad con la herencia, con las herencias artísticas, no hay creación posible. Creo que TS Elliot decía que para transgredir las normas es necesario, en primer lugar, conocerlas. De esta manera se pueden detectar gran número de fraudes que en la actualidad pueblan el universo artístico, aunque algunos son de lo más creativo como el Informe Sokal.

¿Qué es lo más duro del papel de editor?

Lo más duro es rechazar propuestas que no te interesan. Hay gente que se lo toma muy mal, la verdad.

¿A qué tipo de lector o creador os dirigís?

Nuestro lema es Alta Cultura de Entretenimiento. En principio a todos aquellos que se interesen por el arte o por las artes digamos de calidad, la alta cultura que antes se decía, sin caer en la broma grosera o el chascarrillo artístico.