¿ Se puede escribir una narración que renuncie a la trama y a la mimesis? Es decir, ¿ se puede escribir una narración que no sea una novela y que, además, no se atenga a las convenciones del realismo? Y, por fin, ¿ qué interés puede tener escribir algo así?
A todas estas preguntas viene respondiendo la larga obra del escritor austriaco Peter Handke que acaba de publicar La pérdida de la imagen o Por la sierra de Gredos .
La renuncia a la trama constituye en ella no sólo un a priori teórico en la medida en que la trama es identificada con una disposición obsoleta de la escritura - sino que también resulta una guía permanente para la práctica, suspendiendo el esquema dramático clásico ( planteamiento/ nudo/ desenlace ), y acogiéndose a las desviaciones del relato y a la narración de lo concreto. Pues lo concreto, que es lo que verdaderamente le interesa, dice Handke, se presenta sin trama.
Una tal disposición estructural de la narración precisa de un particular tipo de escritura para su cumplimentación. Así la escritura de Handke, que se reivindica precisamente como artística por no aceptar como principio la mimesis realista, se desenvuelve en la combinación de géneros, huyendo continuamente de todo léxico conceptual para operar con una sucesión de imágenes que pretenden no tanto representar la realidad como crear una realidad lingüística paralela a la realidad fáctica, tal y como, en pintura, hiciera en su momento Paul Cézanne.
Es posible que alguien tome estas propuestas como una moda para élites intelectuales (¿ un revival del Nouveau Roman?) y , desde luego, es evidente que nada tienen que ver con los supuestos de los habituales bestsellers ( ortodoxos y alternativos ) que inundan de tramas , efímera y sucesivamente, las librerías. Pero para quien ha leído a Peter Handke sobre todo para quien ha leído y releído sus primeras obras: Lento Regreso o Historias de Niños suele quedar bastante claro que una narrativa sin intriga ni realismo ( mágico o fantástico) favorece la apertura de espacios de creación de una subjetividad nueva y libre, en la que se puede pensar y sentir con un mayor registro de matices.
Así pues, la caminata de Handke por la Sierra de Gredos, trae consigo un aire todavía novedoso y sorprendente, aunque , quizá, no tan fresco como antes de cuando decidiera escribir para siempre a la maniera di Handke.