Mira lo que tienes delante porque no lo podrás ver nunca más. La luna se esconderá tras la palmera, el viento cesará, amanecerá. Esperarás a que anochezca de nuevo para disfrutar del juego de la luz filtrándose entre las palmas agitadas, pero nada será igual, las nubes habrán quizás cubierto el cielo, tal vez esté lloviendo, puede ser que no recuerdes el sitio en donde estuviste.
Mira lo que tienes delante, y cógelo.