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La poesía si es que existe
kepa murua
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Es lo de siempre. Unos llegan y otros esperan. Unos se zambullen de lleno en un túnel nuevo y otros esperan a ver si salen ilesos del infierno. Sucede con la vida donde todo está inventado y nada queda por descubrir, nos dicen. Pero no es así. En poesía algunos se lanzan de lleno en una loca carrera que los abandona a la intemperie. Los aventureros de la palabra y el silencio. Los osados de una música extraña que cautiva el alma hasta quedar enfermos. Luego llegará la calma. La cosecha en brazos de otros, la identidad de una invención donde no hay pruebas, de un hallazgo que no existe. Perdieron lo que tenían hasta dar con ello. Pero al final no queda nada. El premio no existe con el vacío. El viaje fue intenso, el recorrido placentero, terrible el regreso. Luego harán suyo sus desvelos, copiarán sus pasos, dirán que fueron los primeros cuando no es verdad que existe lo que se descubrió entre medio. Como la vida, los poetas no existen sin su medio. Existen si sobreviven cuando se les corta el cuello. Ver cómo se interpretan sus secretos es desde luego su misterio. Contemplar cómo se les desprecia su venganza. En el intento está la magia. Los poetas verdaderos, los auténticos, los que conocen su desgracia. Llegar donde nadie llega para que otros les traten con recelo y no descubran sus nombres aun después de muertos. |
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