JACKSON BROWNE (Experiencias propias y último disco)
El título de este artículo se debe a la escasa obra musical de Jackson Browne, alrededor de una docena de discos, a pesar de sus más de treinta años de carrera. Este magnífico músico aparece y desaparece durante varios años y de vez en cuando nos obsequia con un material exquisito que en todo momento agrada aunque, casi siempre, le ha faltado el punto de dar con la canción sobresaliente.
Toda la obra de Jackson es excelente pero no han destacado sus canciones para el gran público, salvo la fantástica Stay, que en realidad es una doble canción formada por The Load Out y Stay. Una canción sencillamente maravillosa que empieza lenta y se convierte en un tiempo medio. La canción fue digerida por las masas dado su irresistible estribillo y actualmente sigue sonando deliciosa. El resto de su obra es muy buena pero no tiene canciones que destaquen tanto como la tonada protagonizada por el gran éxito de Stay.
Mi relación con Jackson ha sido escasa y distante. Me entusiasmó el tema señalado anteriormente y me gustó todo el disco, titulado Running On Empty. A raíz de aquello me compré su otra gran obra aunque sin temas estrellas, titulada The Pretender y luego me olvidé de él.
Los dos discos señalados eran de los años setenta y Jackson protagonizaba esa nostalgia hippy de su California natal, unida a unas canciones sin estridencias, con una voz cálida y perfecta, con unos arreglos y producción sobresaliente pero siempre sin sobresaltos. Esa música que mucha gente definió como AOR, (Rock Orientado a Adultos) y que tenía otros protagonistas como James Taylor o Fleetwood Mack, quedó relegada a un segundo plano en los años ochenta y ya nunca más volvió a ser popular.
Tras ese olvido, sólo matizado con escasas audiciones en mi casa, se me presenta el último disco de Jackson Browne, cosecha del 2002 y titulado The Naked Ride Home. Mi sorpresa, tras la primera audición, fue mayúscula dado que me gustaba muchísimo, volviéndome a entusiasmar ese músico que tenía casi olvidado.
El disco contiene todos los matices del mejor Jackson Browne y se acompaña de un grupo sobresaliente y esencialmente eléctrico, aspecto que imprime fuerza a sus temas, sin olvidar su delicados arreglos de piano y voz que tanto le gustan.
Los temas son todos excelentes destacando el que da título al disco, el muy californiano The Night Inside Me, los tiempos medios de Never Stop y Walking Town y el maravilloso tema About My Imagination muy en la onda del Rock sureño americano, con excelentes guitarras y un ritmo penetrante y compacto.
Tras esta grata sorpresa descubro que uno de mis amigos, un chaval llamado Ricardo, es un fanático de Jackson Browne y tiene toda su discografía. Por ello quedé con Ricardo para oír esos discos y las letras traducidas. Descubrí montones de canciones maravillosas y unas letras excelentes, muy comprometidas y tremendamente críticas con la política americana ; No obstante vuelvo a insistir en que a Jackson le falta un puntito más de genio para conseguir no solo grandes canciones, que las tiene y muchas, sino canciones excelentes que, queramos o no, le faltan. No obstante me atrevo a decir que el último disco es una de sus mejores grabaciones y contiene por lo menos un tema que supera el carácter de grande y se convierte en excelente, el comentado About My Imagination ; lástima que en estos tiempos ya no se pueda conseguir el éxito popular, los tiempos de Stay acabaron y ahora Jackson haga lo que haga será pasto de minorías como casi todo en esta música que tanto amamos y que se llama simplemente música ROCK.
CONCIERTO DE SAN SEBASTIAN ( Abril de 2003 )
Acudí a Donosti acompañado de Ricardo y otros amigos para disfrutar de Jackson Browne.
El concierto era en una especie de teatro, en el Kursal, con capacidad para menos de mil personas. Me gustó mucho el tamaño del recinto aunque no el que tuviésemos que permanecer sentados en esos cómodos butacones.
La primera sorpresa fue el equipo y lo cuantioso del grupo de Browne, formado por dos guitarristas, un bajista, un teclista, un batería y una percusionista, además del propio Jackson que tocaba piano y guitarra, tanto eléctrica como acústica.
El concierto fue muy bueno y despachó muchos de sus temas más populares, haciendo especial referencia a los temas de su fabuloso último disco. Me gustaron especialmente dos de ese disco The Night Inside Me y About My Imagination. La primera sonó muy psicodélica y las guitarras aparecían con mucha más fuerza que en el disco. Impresionante fue la versión de la segunda, pura adrenalina y pura electricidad, un tema rápido en la más pura tradición americana.
Una curiosidad del concierto es que duró dos horas con un descanso de un cuarto de hora en medio. También es necesario hacer referencia al aspecto de Jackson, el hombre que no envejece. Jackson tiene el mismo corte y color de pelo que hace 35 años, con ese flequillo y esa media melena bien recortada que le ha acompañado toda su vida. Jackson con 56 años parece que está en la treintena, sin grasa y sin arrugas. La voz también sigue siendo fenomenal, sin pérdida alguna.
El concierto fue intenso y sin altibajos ya que desechó los momentos intimistas para tocar los temas con fuerza y contenido, satisfaciendo a todo el público que asistió al acto. Colaboró en un tema Javier Muguruza con acordeón y voz y en otro un músico que vive en Barcelona y que tocó una bandurria eléctrica que nunca había visto ni oído. Destacó sobre todo el juego de los dos guitarristas eléctricos y algunos coros y segundas voces que realizaba el teclista de color.
El final lo formaron tres temas colosales The Pretender lleno de fuerza y emoción para seguir con Running on Empty que sonó mejor que en el disco, finalizando con el cruce de The Load Out y Stay que no superó a la del disco pero que nos dejó completamente emocionados y contentos.
Al final todos de pie aplaudiendo.
Jackson Browne, un músico y un tipo de música que no ha tenido continuidad pero que pide a gritos que alguien coja el testigo.
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