ISSN 1578-8644 | nº 37 - Marzo 2003 | Contacto | Ultimo Luke
La poesía si es que existe
kepa murua

Todos los días el poeta se pregunta por los pasos interrumpidos del hombre que se mira en sus ojos. La escritura es como las lágrimas que no se ven. La poesía como el agua que no se mueve en la superficie. La profundidad de lo que se siente sin saberlo, la piel de lo que se ve con los ojos cerrados, de lo que se palpa sin reconocerlo Alguien a quien amaste hace tiempo no te recuerda, pero tú nunca podrás olvidar las manos encadenadas a la palabra como la sabiduría que se revela: el silencio, la duda, el miedo que hoy no tienes, la madurez, la alegría que se aleja veloz, todo lo que has perdido, tanto lo que tuviste como lo que nunca fue tuyo, pues una vida entera no es suficiente. La poesía de los que están muertos, los poemas que de repente escribes durante la noche y nadie escucha cuando se mira de frente al recuerdo. ¿A quién le importa el milagro de sentirse vivo en soledad? ¿Quién se atreverá a dar el primer paso? Fuiste joven y eres hombre que vive en paz consigo mismo. ¿Son esos ojos los tuyos? ¿Son estos ojos que nunca lloran los que ahora caen silenciosamente en la oscuridad que anuncia el sueño? No sólo es el mundo de las palabra sino el cuerpo del hombre que se nos escapa a todas horas cuando nos preguntamos por los pensamientos interrumpidos. Sólo el que tiembla llegará a saberlo todo. Aquél que niegue la eternidad podrá recuperarla algún día. La escritura es lo que no se ve. Los pasos, lo que no se puede explicar con palabras si queremos darle un sentido a la vida que calla ante la existencia.