PAUL WELLER.- Respecto de Paul Weller tengo que decir que no lo conozco en profundidad ya que mi admiración se limitó a su grupo inicial The Jam, tengo un disco que me gusta de Style Council y desconozco su obra en solitario la cual he escuchado poco y sin detenimiento. Tras esta decepción para los fanáticos de Weller que los hay y muchos, tengo que manifestar que Paul es un músico muy ingles, que sigue en la actualidad reviviendo la estética y el pensamiento mod y que tras su devaneos de soul de calidad en Style Council ha decidido volver al estilo de su primera época, haciendo rock de guitarras que en algunos casos es acústico y en otros eléctrico y a veces psicodélico, con la doble influencia de los sesenta y de finales de los setenta.

El único punto que veo negativo en Weller es que no hace canciones rotundas, que sus temas difícilmente llegaran a ser himnos o canciones populares y reconocibles, dado que si bien sus temas son magníficos no atrapan a la primera y carecen de la magia de otros grupos o músicos. Sé que lo que estoy diciendo puede parecer crítico pero no lo es y considero que aún no ha hecho la canción de su vida, la canción que todo artista tiene que tener y que él aún no la tiene, espero que lo siga intentando porque tras 25 años de carrera nos va dejando muy buenas canciones, buenísimas pero no brillantes, seguiremos esperando y disfrutando de lo que siga sacando.

OASIS.- De los Oasis tengo mucho mas conocimiento y he seguido sus discos, los cuales he oido con mayor profundidad y detenimiento. La primera consideración es que éstos muchachos sí han realizado canciones rotundas, una de ellas es un himno y forma parte ya de la historia de la música, me refiero a Wonderwall, pero existen muchas más que te atrapan y te dejan anonadado a la primera escucha.

Los Oasis han sido y son enormemente populares, sin comprender aún el porqué de esa popularidad, ya que se trata de un grupo de rock ajeno a la moda que impera actualmente en Inglaterra y en Europa, siendo esencialmente un buen grupo de guitarras y melodías y no de ritmos y arreglos electrónicos ; Lo expuesto ha llevado a que muchos puristas rockeros, incluidos los periodistas de mi admirada revista Ruta 66, huyan de este grupo y no lo acepten, siendo la única excusa para esa exclusión que gusta también al público adolescente y curiosamente femenino, lo cual no debiera de ser un motivo de alejamiento sino de acercamiento, dado que la popularidad por una vez está unida a la calidad.

De Oasis tengo que decir que no me termina de convencer la producción de sus discos, demasiado barroca en algunos casos, mezclando sonidos de guitarras y teclados hacia una psicodelia que les sale bastante regular en las grabaciones, en definitiva demasiado embarullamiento, aunque las canciones sean magnificas.

EL CONCIERTO

El concierto se desarrolló en el Pabellón de la Casilla, en Bilbao, con una buena entrada pero sin el lleno que todo el mundo esperaba. Había bastante expectación dada la combinación de Weller y Oasis, los cuales no habían compartido nunca escenario.

Lo primero que tengo que señalar es que no hubo nada especial ya que tocaron por separado, no se unieron en ninguna colaboración y fue como asistir a dos conciertos totalmente diferentes con la única coincidencia de que tocaban el mismo dia y en el mismo sitio. Los que querían una especie de jam session se quedaron con la ganas.

PAUL WELLER.- El primero en actuar fue Paul Weller, el cual puso todo el corazón y toda la entrega que se puede pedir a un músico en su actuación. Me gustaron mucho la revisión que hizo de algunas canciones de The Jam y me gustaron los temas de sus albumes en solitario aunque vuelvo a insistir en que ni me cautivaron ni me sorprendieron, me gustaron y vale. El grupo que llevaba era muy bueno, destacando el guitarrista del grupo Ocean Colour Scene pero el sonido sin embargo fue muy malo. La realidad es que en el Pabellón de la Casilla de Bilbao es difícil que suene bien un concierto pero es que este sonó bastante mal y no todo se puede imputar al lugar sino también a los técnicos que no consiguieron encontrar el sonido del guitarra solista que tocaba mucho y se le oía poco.

Paul Weller se entregó y gustó, un buen concierto de este caballero británico.

OASIS.- Fueron los segundos en actuar y el plato fuerte de la noche. El grupo sonó muy compacto y muy bien, con una excelente base rítmica. Aquí los problemas de sonido fueron exclusivamente los que se pueden imputar al pabellón y no a la mesa de sonido ni a los músicos.

El repertorio fue apabullante, desgranando su mejor disco “What´s Tne Story Morning Gory ? y repasando bastante del su última grabación, el excelente Heathen Chemnestry, además de los mejores temas del resto de su discografía, incluyendo también canciones de su primer disco.

Por encima de todo destacó Noel Gallagher, el guitarrista y compositor del grupo, el hombre serio y tranquilo. Noel además nos ofreció los mejores momentos de la noche cuando se decidió a cantar algunos de los mejores temas de Oasis, que son precisamente los interpretados y cantados por él. Hizo cinco canciones en solitario, destacando la versión acústica de Wondewall y la eléctrica de Little by Little, con enorme fuerza y contundencia. Liam ofreció su típico show, con un micrófono que estaba por debajo de su cara y que le obligaba a agacharse mientras cantaba, lanzando la pandereta al público, mosqueándose cuando le tiraron un vaso de plástico con cerveza y cantando maravillosamente, con esa voz serena y melódica que imprime fuerza a Oasis. Liam no estuvo especialmente simpático pero lo hizo bien. A mí personalmente el concierto me entusiasmó tanto por la selección de temas como por la interpretación de los mismos aunque ocurrió algo extraño ; cuando había alcanzado su máximo climax, tras cerca de hora y media de actuación se apagan las luces y se van, dejando como sonido una canción del último álbum donde también toca Paul Weller. Tras esto había gran expectación esperando que en los bises se uniera a ellos Weller o que tocasen un tema de The Who, My Generation, como han realizado otras veces, pero de repente se encienden las luces y se acaba el concierto, no hubo bises.

El final fue lo único negativo del show pero no el transcurso del mismo que fue fenomenal. Un aplauso para Oasis, los gritos los daremos cuando den bises, aún no.

Pocos dias después me enteré que fue detenido Liam en Alemania tras una pelea en la que resultó herido, acabándose la gira de esta forma tan curiosa. Si no tuviesen ese carácter y diesen bises los Oasis caerían mejor y más simpáticos. En el próximo concierto espero dos bises, sonrisas y nada de peleas aunque con ese carácter quizás no haya mas giras.