Hoy en día, mal les pese al pujante mercado editorial dedicada a la literatura infantil y juvenil, es difícil constatar hasta que punto los adolescentes se dejan embaucar por este tipo de propuestas que aunque les enriquecen más que otro tipo de ocio, no siempre es el que consumen habitualmente.
Cuando un profesor de literatura entra en una clase pensando que va a convencer a sus alumnos sobre los beneficios de la lectura, se encuentra ante un panorama desalentador: los alumnos se muestran irrespetuosos con el profesor, son incapaces de comentar un texto, se abstienen de asistir a clase, interrumpen continuamente las explicaciones introductorias y boicotean las actividades propuestas con tanto esmero.
Los estudios realizados muestran que si en la etapa de primaria si que suele ser habitual que los niños se interesen por la lectura, a medida que van creciendo abandonan este hábito para dedicarse a otro tipo de ocio que les dirima del esfuerzo íntimo que supone la lectura, para así adquirir otro tipo de hábitos: juegos de ordenador, play, ver la televisión, etc. Pongamos un ejemplo: hoy los juegos de ordenador han retomado casi todos los mitos históricos o literarios. Algunos de ellos como los de rol- basan su estrategia en la pericia con la que el alumno se construye los personajes y crea de esta manera su mundo de ficción. El profesor se pasma al comprobar que los mismos mitos literarios o históricos que resultan soporíferos en sus clases son aclamados a golpe de ratón. Las empresas de videojuegos (Virgin, Pyro Studios, Microsof, Activision) actualizan muchos de los géneros literarios etiquetados por la industria editorial como literatura infantil o juvenil: la saga artúrica, los mitos grecorromanos, la literatura de ciencia ficción o la fantástica...Es por eso que en el mercado encontramos : Juegos de estrategia medieval: Medieval Total War, Age of Empires II, Tzar; juegos que siguen las mismas directrices que la literatura fantástica como Baldur´s Gate II, Warcraft III o toda la saga basada en la mitología o historia grecorromana Age of Mythology, Legión, La guerra de las galias, etc.
Un profesor inteligente es aquel que sondea las opiniones de los alumnos, el que crea un espacio lúdico en sus clases, es el que invita pero no obliga a sus alumnos a asomarse a los textos literarios sin falsos prejuicios, sin imposiciones taxativas. Algunos libros catalogados siempre como lecturas para adolescentes caso de Tom Sawyer, quizá hoy no produzcan el mismo efecto que hace unas décadas. Otros, sin embargo, por ejemplo Artemis Fowl- conectan con la realidad actual en la que se mueven los adolescentes, al recuperar la tradición fantástica; sí, pero integrándola dentro de la realidad virtual, necesaria para el desarrollo de la trama.
Un buen profesor de literatura debe escuchar siempre a sus alumnos. Conseguirá un rendimiento óptimo de sus clases si comienza proponiendo actividades o textos que con los que ellos están familiarizados. No tenemos más que mirar a nuestro alrededor. La editorial Mcgrawhill de reconocido prestigio editó la guía oficial de Age of Empires II, la redacción de PC Gamer voto los 100 videojuegos que deberían salvarse de la destrucción de la tierra... Los profesores no deben cruzarse de brazos ante la realidad virtual y las nuevas tecnologías. Esto no significa que renieguen de la tradición, o de la literatura en mayúsculas, lo cual supondría un error. Significa simple y llanamente que busquen caminos alternativos, que comiencen con textos y actividades con los que el alumno se sienta familiarizado. Es muy probable que se sorprendan del resultado.
No es verdad que los adolescentes son incapaces de pensar, no es la mejor táctica para una clase privar a esos alumnos que nos molestan siempre, recluyéndolos en la biblioteca pero no precisamente a leer o expulsándolos de nuestra clase, sin propiciar un diálogo o sin buscar soluciones. El profesor integrará al alumno en el juego literario si sabe contagiarle su entusiasmo, si convence al alumno de que la literatura nos sirve, entre otras cosas, para descubrir mundos ficcionales, si le convence de que cuando leemos también asumimos un rol, nos transformamos en el personajes, nos inmiscuimos en la historia.
Por eso la literatura es tan fascinante, fascinante para cada cual. Por eso existen muchas literaturas, muchas formas de apropiarnos de la realidad, como personas distintas. Por lo mismo nos cercioramos de que escogemos inconscientemente aquellos libros que de una manera u otra nos alejan o nos dirimen de nuestros propios miedos o idioteces, de nuestra mediocridad.
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