Se acabó el asunto de la "Dimensión Euterpe". Ha saltado la notícia a los medios de comunicación. Las -al parecer- últimas señales acústicas de tan extraño lugar han llegado a los laboratorios de la NASA el pasado lunes. Los dioses del Olimpo, según se desprende del documento publicado por los norteamericanos, han decidido clausurar la tan traída y llevada dimensión. Un final surrealista para tan increíble historia, para la cual no hay -de momento- ningún tipo de explicación ni científica ni política. Las autoridades mundiales mantienen el más absoluto mutismo en relación a todo este asunto, al igual que la NASA, que desde que hiciera público el descubrimiento el pasado mes de septiembre se ha limitado a posponer y evitar cualquier explicación que arroje alguna luz sobre las "dichosas" señales acústicas. Acaba, pues, todo este galimatías, en nada. Quizás no sabremos nunca si todo ha sido una bromita de algún científico, o si realmente existe un lugar en el espacio -o en el tiempo, o donde quiera que sea- donde los músicos de la historia, los ya fallecidos, pueden aún seguir con su quimera, la música, un espacio creado por los dioses especialmente para los músicos, una dimensión en la que existe el tiempo -como aquí lo conocemos-, porque sin tiempo no existe la música, parece ser. ¿Podemos deducir quizás que en la eternidad (el cielo, el infierno, o como se llame) no existe el tiempo? Conjeturas, meras hipótesis, hasta que nos lo expliquen.
A la espera de más noticias en el futuro (si las hay, que no parece probable), lean a continuación la transcripción de la que posiblemente será la última emisión del programa de radio de Dimensión Euterpe:
"- Hola, amigos de Euterpe. Hoy es un día muy triste para todos nosotros. Quizá ya os habréis enterado, pero para los que aún no, he aquí la tragedia: ¡Euterpe se clausura mañana, y no hay vuelta atrás! Los dioses han dado a conocer hoy la decisión tomada en la cumbre olímpica, y ha sido unánime. Los acontecimientos sucedidos en estos últimos meses, desencadenados por la idea de organizar unos macroconciertos en la dimensión, les han llevado a tomar tales medidas, ante el temor más que fundado de que todo este asunto pudiera acabar en una catástrofe "espiritiva" que pusiera en peligro la continuidad del poder y la autoridad de la que gozan sus deidades. Hemos sabido, aunque no conocemos los detalles, que se estaba gestando un intento de revuelta e insumisión en el que estarían implicados muchos de los músicos anteriores al siglo XX (de la Tierra), con Verdi y Litz a la cabeza. El motivo: no ha habido ninguna manera de llegar a un acuerdo con los músicos más modernos a la hora de establecer la directrices estéticas que habían de regir las partituras y las orquestaciones de los macroconciertos. Las discusiones y enfrentamientos, tanto públicos como privados, han sido numerosos y a veces violentos -no sólo verbalmente, sino espiritualmente-. No se ha llegado a ningún tipo de acuerdo en relación a los aspectos que conciernen a los conciertos, ni en el lugar, ni en el decorado, ni en la dirección ni en nada de nada. Como resultado de todo esto, la mitad de las almas de Euterpe está enfrentada a la otra mitad, y, por si fuera poco, otras muchas que visitaban la dimensión muy a menudo, como las de Gaudí o Eisntein, prometieronno volver jamás a pisar su territorio.
Y no lo harán, aunque quieran... Esto es el final, amigos, estamos condenados para toda la eternidad... Nuestro destino es negro, muy negro... silencioso y amargo... ni una nota más... silencio... nunca más escucharemos ni tocaremos música... ¡Dioses, tened piedad de nosotros, pobres músicos desgraciados!... ¡Tened piedad de nosotros..."
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