|
||||||||||||||
|
Los medios de comunicación andan revueltos de nuevo con la segunda entrega de la NASA de la traducción de las señales acústicas que, según informábamos, llegan de un lugar desconocido e insituable llamado "Dimensión Euterpe". Hasta ahora no se ha pronunciado la agencia norteamericana respecto a sus investigaciones, por lo que es de suponer que aún no se ha descubierto gran cosa en cuanto a este fenómeno, por llamarlo de alguna manera. En cualquier caso, a continuación podrán leer el texto aparecido en los media, sacado a la luz por la NASA esta misma semana: "- ¿Pero, Antonio, por qué no acaban de ultimarse los detalles de los conciertos para celebrar el fin de tu mandato? ¿Qué problemas han surgido? - Bueno, en realidad, todo es un problema. Comenzando por los patrocinadores y acabando por los afinadores, aquí no hay dios que se aclare. Los líos comenzaron cuando Da Vinci dijo no estar de acuerdo en que Gaudí diseñara el espacio, porque afirmó que el arquitecto "entiende mucho de caracoles y de formas orgánicas, pero de acústica, lo que es de acústica, ni puta idea". Claro, imagínate como se pondría Gaudí al enterarse. Luego está el asunto de la partitura orquestal. Bach y Ellington andan a regañadientes, y todo por los puñeteros ordenadores. Resulta que Bach está loco por la informática desde que aprendió a manejar un ordenador, y, claro, acostumbrado a la tinta, no hay color, "cómo vas a comparar, coño", le dijo a Ellington, que está empeñado en seguir usando papel y lápiz. En resumen, que por una tontería como esta el duque se ha cabreado y "de momento, ni me habléis de Bach". Qué te voy a contar de Beethoven. Erre que erre con lo del tiempo. Lleva un mes con Einstein hablando de como eliminar el tiempo de la Dimensió Euterpe, aunque todo el mundo está cansado ya de decirle que sin tiempo no hay música. Su sordera le dejó un poco tocado... - ¡Bueno, bueno, qué panorama!... - Espera, espera, que eso no es nada comparado con lo de Mozart. El caso es que se ha empeñado en darle al concierto un toque operístico, pero no un toque operístico cualquiera, no, quiere 5.000 ángeles, 20 orquestas sinfónicas y nada de vestuarios y trajes, no, todos desnudos, ala, venga cachondeo y juerga. Esto no va a acabar bien. - ¿Todos desnudos? Pero si aquí no tenemos cuerpo. - Ah, él quiere cuerpos, como en la tierra. Y está dispuesto a llegar al final. Añora las fiestas de la Tierra, las borracheras de verdad, según dice. Lo de simular que bebe no le sirve. Quiere hablar con los dioses para que todo sea como en la Tierra. Vino de verdad, no mamarrachadas espirituales de hacer como que uno se lo pasa bien, calentito de oreja, pero sin un cuerpo físico. Artistas, ya se sabe. Si al final va a resultar que lo que les interesa no es lo espiritual, sino darle gustito al cuerpo. A ver si a Mozart le da ahora también por montar una ópera en plan orgía del copón... - Caramba, sí que está mal la cosa. ¿Y se acaban aquí los problemas, o aún hay más? - Uf, acabo de empezar. Se está formando una buena. Tú te crees, hasta Lucifer ha metido baza! Manda cojones, con el tío. Está haciendo piña con Mozart. Claro, ¿a quién le va la marcha como a él? Sí, por supuesto, a Freddie Mercury, que también se ha apuntado a la movida de estos dos. Mañana van a hablar con el Olimpo, y ya te puedes imaginar la que se va a armar. Alá está de presidente este lustro, y me parece a mí que no le va a gustar nada la idea. - Bueno, no hay más tiempo. Seguimos hablando con Antonio Stradivarius en otra ocasión. Gracias, gracias, Antonio. |
|
||||||||||||