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sobre "Apuntes del natural" de Gonzalo Calcedo
Es Gonzalo Calcedo un autor de relatos (lo que no es decir poco) avalado además de por sus cuatro libros publicados por haber ganado en dos ocasiones el Premio NH (una al mejor libro inédito de relatos y otra al mejor relato presentado en solitario) y por haberse alzado con el Premio Alfonso Groso al mejor libro de relatos. Decir eso de un autor, delimita un poco el terreno del juego en el que nos estamos moviendo, ya que si bien el relato corto como género goza de un inmejorable prestigio (pocos son los autores que no se acercan en algún momento de sus carreras literarias al mismo) si que es cierto que dicho prestigio no se ve correspondido por una decidida apuesta editorial. Páginas de Espuma, Editorial joven, puede decirse que es una de las pocas que lo hace, y a ella le debemos en parte la reivindicación del mismo. Los relatos de Gonzalo Calcedo de Apuntes del natural no son sino ventanas luminosas que se asoman a la vida diaria con la frescura del nuevo día. A partir de anécdotas aparentemente triviales (una discusión matrimonial que deriva en un ficticio engaño con un hombre manco, la muerte de un obrero en un accidente laboral, la angustiosa espera en la cola de una farmacia para comprar medicinas...) Calcedo desgaja la realidad y nos la muestra desnuda, libre de ataduras, aséptica aunque no por ello plena de sensibilidad y hermosura. Estamos ante un autor de relatos breves que no es lo mismo que un escritor que escribe relatos breves, y lo sabe. Se aprecia en los comienzos de todos y cada uno de los que componen este volumen. Quiero decir con ello, que domina el terreno de juego del relato con la maestría de los grandes (Carver, Cortazar...). En Veinte años de casado, en apenas ocho líneas delimita el perfil del narrador y protagonista, su profesión y su estado de ánimo consecuencia de su matrimonio con una mujer prematuramente envejecida. No necesita más adjetivos para contar las experiencias vitales de un instante de sus `protagonistas. Y es ahí precisamente donde radica su éxito: en la condensación. Los protagonistas de Apuntes del natural son seres anónimos de vidas sombrías, casi vacías, que no hacen sino buscarse a sí mismos en la inmensidad de sus soledades. La díscola hija que se entretiene llamando por teléfono a las familias de aquellos que han perdido un ser querido preguntando por ellos, el quehacer diario en el patio de la cárcel de un insulso hombre de negocios engañado por su socio, repudiado por su mujer, esposas hastiadas de sus maridos, hombres aburridos de sus mujeres..., en definitiva una cromática fauna que navega envuelta en sus propias frustraciones en busca de una última oportunidad.
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