Josep M. Jujol (1879-1949) desarrolló una obra dotada de una chispa de modernidad que, más allá de su tiempo, ha servido de estímulo e inspiración a notables creadores del arte actual. En cada una de sus construcciones Jujol se nos revela no sólo como arquitecto, sino como herrero, pintor, diseñador de muebles y objetos tales como lámparas, rejas y sagrarios que se nos presentan como piezas insólitas al tiempo que desconcertantes. Trabajando a menudo con materiales de desecho, Jujol es, en cierto modo, un precursor del Arte Povera. También hay quien ve la impronta de Jujol en los trabajos en hierro de Tapies y Julio González, y no falta quien le defina como “un rotundo vanguardista en un sentido franciscano”. Artistas como Joan Brossa o Perejaume han hecho de él todo un paradigma de la creación.

La exposición “Jujol, diseñador”, organizada por el Museu Nacional D’Art de Catalunya en colaboración con la Fundación La Caixa, reúne cerca de un centenar de piezas procedentes de diferentes instituciones públicas, del patrimonio eclesiástico, de colecciones particulares y muy especialmente del archivo de la propia familia Jujol. A través del recorrido expositivo, se contemplan sus primeras obras realizadas en colaboración con Gaudí, y también una producción independiente que incluye los encargos de Pere Mañach, uno de sus mejores clientes y antiguo marchante del genial Picasso durante su época parisina.

De momento, hemos disfrutado de tan magnífica exposición en Barcelona y Palma de Mallorca, pero no se descarta trasladarla a otros puntos de nuestra geografía en vista del interés despertado. Si pasa por vuestra ciudad, no dejéis de visitarla. Os garantizo que merece la pena.