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"Algún día los hombres mirarán hacia atrás Pocos asesinos conservan aún esa mezcla de horror y misterio que encierra la figura de Jack El Destripador. De igual forma, pocos personajes históricos habrán proyectado tantas líneas escritas, tanto papel y tantas hipótesis. Se ha llegado incluso a dar nombre a toda una estirpe de buscadores, estudiosos y expertos en el primer asesino en serie: los gull catchers*, personas que han escarbado en la historia y en sus pequeños detalles como un modo de hallar una pista del Destripador. La estela de Jack surgió en otoño de 1888, en el distrito londinense de Whitechapel. Un crimen brutal, al que siguieron tres más y que culminó en el ritual sangriento que despedazó a Mary Kelly. Y después nada. A partir de entonces las teorías sobre la identidad del asesino se mutiplicaron con la misma facilidad con la que aumentaba el misterio de su desaparición. A principios de los noventa, uno de los guionistas más prestigiosos en el mundo del comic, Allan Moore, retomó de personaje del Destripador para llevar a cabo una obra intensa y cruda, profusamente documentada y tan compleja como los múltiples hilos argumentales de los que tiraba. Se titulaba From Hell y estaba dibujada por Eddie Campbell con una sencillez sombría que rozaba en ocasiones lo esquemático. Allan Moore ya había sorprendido a propios y extraños con su obra Watchmen, una revisión sorprendentemente lúcida del mundo de los superhéores: personajes absurdos, patéticos y peligrosos enfrentados a un mundo que no les correspondía. En From Hell, Moore retrataba un Londres decadente y lúgubre, una ciudad dicotómica, crecida en su elitismo pero corrompida y suburbial que había hecho surgir la figura de un criminal visionario y enfermizo para luego permitir su posterior y rápido desvanecimiento. From Hell era Jack el Destripador y Allan Moore el perfecto encargado de decostruir su locura. Retomando los aspectos más básicos del comic, los hermanos Hughes han vuelto a llevar a las pantallas la figura del asesino londinense, centrándose en la investigación llevada a cabo por el inspector Abberline. Hay en este Abberline (personificado a la perfección por Johnny Depp) muy poco del personaje de Moore; quizás tampoco haya demasiados paralelismos entre el comic y la película (una Mary Kelly casi angelical recreada por Heather Graham frente a la mujer perversa y vividora de Moore, o el propio retrato de un Doctor Gull apenas esbozado). Pero se trata de una resolución correcta y bien planteada de los asesinatos, narrada con estilo y ambientada con elegancia. Un tratamiento cuidadoso para la obra maestra de un genio del comic. * Los cazadores de gaviotas, en referencia al apellido del personaje que se escondía bajo el nombre de Jack the Ripper. |
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