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Sensaciones tras la triste noticia Si alguien ha seguido mis artículos habrá podido comprobar como no soy un loco de The Beatles y menos de su obra en solitario, aunque conozco todo el material del grupo y algunos de los discos en solitario de sus componentes. No obstante es indudable que fueron el grupo que marcó una época y una forma de ver la vida totalmente revolucionaria que sigue influenciando la manera de ser de muchas personas hasta nuestros dias. Evidentemente si eres un amante de la música moderna tienen que gustarte los Beatles, a algunos con pasión y a otros con admiración, sin caer en grandes halagos como es mi caso. La sensación que tuve tras la noticia es que el final de una época era ya inminente. Nos hemos pasado décadas admirando a artistas de los sesenta y setenta como si siguiésemos en dichos años. Las personas que tenemos alrededor de cuarenta años no vivimos directamente los sesenta y muy ligeramente los setenta pero crecimos con dicha música y nos ha influenciado durante toda la vida, en especial en este país, en España donde la realidad musical estuvo reprimida por la dictadura franquista, relegándose la verdadera explosión de la música rock hasta mediados de los años setenta, explotando definitivamente cuando yo era un adolescente, a partir del año 1976, es decir a partir de la muerte del dictador. Los Beatles en los años setenta seguían siendo un referente y su música sonaba en todos los lados. Durante los ochenta y los noventa los músicos adultos del Rock seguían sonando en nuestros cerebros y seguían actuando como si nada ocurriese, pero era evidente, aunque no nos lo terminábamos de creer, que dicha gente se estaba haciendo muy mayor, algunos de ellos son prácticamente ancianos hoy en dia ; y cosas como la que ha ocurrido ahora tenían que ocurrir y debemos acostumbrarnos a que van a ser muy frecuentes en esta década. Los músicos de los sesenta ya tienen casi sesenta años y acontecimientos como la muerte van a estar muy presentes a partir de ahora y lo expuesto es algo para lo que difícilmente estamos preparados. Una persona puede estar preparado para todo pero creo que no para morir salvo que seas enormemente místico, lo cual no deja de ser algo excepcional. Probablemente George, uno de los seguidores fieles de la conciencia de Krisna, fuese la única persona que estaba preparado para que nos dejase a finales del 2001 pero no sus fans y los millones de admiradores de la música de The Beatles. En mi caso no estaba preparado ni para la desaparición de él ni lo estoy para la desaparición de nadie. Resulta difícil creer que los Rolling Stones, Lou Reed, Neil Young o Bob Dylan, a los cuales les he podido ver en giras durante los tres últimos años, con plena fuerza y eficacia, sean artistas de alrededor de sesenta años a los que por razones de la vida ya no les queda mucho para que terminen sus actuaciones y sus discos, pero la realidad es así, cada vez queda menos para el final y lo veo cada vez mas cerca tras la muerte de George Harrison, uno de los grandes mitos del siglo XX, un siglo que ya es historia, el siglo donde la música fue algo absolutamente fantástico. George con y sin los Beatles La dictadura de Lennon y Mackartney en los Beatles dejó a Ringo y a George en un segundo plano, tanto desde el punto de vista musical como desde el punto de vista social y público ; sin embargo, las propuestas de estos últimos, en especial las de George fueron determinantes para el éxito del grupo y su posterior trascendencia. La forma de tocar las guitarras de George Harrison siempre ha sido muy sutil, su estilo nunca ha estado muy definido ya que le gustaba investigar y hacer arreglos que le convertían en un guitarrista lánguido y lloroso en algunos casos y heavy y frenético en otros. George era simplemente un guitarrista excepcional. En la primera época su guitarra realzaba las canciones del grupo y metía arreglos muy meticulosos. En la segunda época, a partir de Rubber Soul, los arreglos son cada vez más sofisticados, siendo en la mayoría de los casos maravillosos. No era un músico de grandes solos de guitarra, sino que mezclaba los arreglos con los solos de manera tan natural que hacía que pareciese sencillo lo que en realidad era excepcional. Revolver, Sargeant Peepers, Abbey Road y el Album Blanco están llenos de guitarras de todo tipo que te hacen disfrutar tanto de la música como de la propia canción en su conjunto. Sus aportaciones, como autor, al grupo fueron bastante escasas aunque excelentes. George Harrison realizó tres de las mejores canciones del siglo XX, me estoy refiriendo a Something, Cuando mi guitarra llora y la mejor de todas Here Come The Sun. Estos tres temas, los oigas donde los oigas, siempre van a llamar tu atención. Son canciones maravillosas de Rock con mayúsculas, son el resumen de una época. No puedo olvidar tampoco otros dos temas básicos, contenidos en Revolver y Sargeant Peepers, me estoy refiriendo las dos canciones indias de Harrison, dos temas increíbles. Muchas veces he pensado que si George hubiera explotado más esa sensibilidad respecto de los arreglos y canciones con sitar, habiendo realizado un LP en solitario con temas como los que ahora he resaltado, estaríamos ante una de las mejores grabaciones de la historia pero no terminó de concentrarse y sus caminos fueron más variados, centrándose más en la guitarra que en el sitar. Hay también otras canciones menos destacadas que no desmerecen con muchos de los temas de los dictadores del grupo. Tras la desaparición de los Beatles tuvo una carrera que empezó con una enorme energía y con una gran canción My Sweet Loord, para posteriormente realizar discos que no terminaron de resultar comercialmente, quedando nuevamente en un segundo plano. En realidad George siempre estuvo en un segundo plano, tanto con el grupo como en solitario, pero fue uno de los elementos definitorios de una época, de un siglo, el siglo del Rock. |
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